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El ácido ascórbico es una forma de vitamina C que contiene muchos beneficios para la salud. El bicarbonato de sodio se usa comúnmente como antiácido para el estómago y en recetas de comida. Los dos se pueden combinar para crear un tratamiento alternativo contra los cánceres del tracto digestivo. Sin embargo, es importante no abusar del bicarbonato de sodio.
Ácido ascórbico
El ácido ascórbico o vitamina C es soluble en agua. Esto significa que el cuerpo no lo almacena de forma natural. Puede ayudar a reducir el daño que ocurre cuando el cuerpo convierte la grasa en energía y algunos lo consideran que ayuda a prevenir el cáncer. Sin embargo, todavía no hay evidencia que respalde esto.
Bicarbonato de sodio
El bicarbonato de sodio se usa comúnmente en la cocina. Reacciona con ácidos para liberar dióxido de carbono. Algunos consideran que el bicarbonato de sodio es un tratamiento eficaz para el cáncer del tracto digestivo. Sin embargo, como está prácticamente todo neutralizado en el tracto digestivo, no queda mucho por hacer efecto.
Preparación
La vitamina C, cuando se mezcla con bicarbonato de sodio, crea ascorbato de sodio y dióxido de carbono. Para mezclar correctamente los dos, comience con un gramo de vitamina C (aumentando lentamente a cinco gramos) y disuélvalo en un vaso de agua. Agrega una cucharadita de bicarbonato de sodio a la mezcla. Debe estar libre de aluminio. La mezcla se puede tomar por vía oral.
Tratamiento
Cuando se ingiere, la mezcla de vitamina C y bicarbonato es atractiva para las células cancerosas. Esto se debe a que la vitamina C es casi indistinguible de la glucosa, que les sirve de alimento. Las células cancerosas absorben el ascorbato de sodio, que puede ser perjudicial para ellas. Este método de tratamiento no ha sido probado científicamente y no tiene resultados garantizados.
Consideraciones
Como ocurre con todas las afecciones médicas, es muy importante discutir cualquier forma de tratamiento alternativo con su médico.Dado que la vitamina C mezclada con bicarbonato no es un tratamiento científicamente probado para el cáncer, se puede utilizar como ayuda complementaria a un tratamiento funcional probado. El bicarbonato de sodio no debe ingerirse durante más de tres semanas seguidas, y después de ese tiempo, no debe volver a ingerir ninguna cantidad durante las próximas tres semanas.