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Toda madre puede decir que los bebés crecen rápidamente. Pero durante la primera semana de vida, en realidad pierden peso. Un bebé sano, alimentado con fórmula, generalmente pierde alrededor del 5% de su peso al nacer, mientras que un bebé amamantado pierde un promedio del 7% de su peso. La madre debe controlar los cambios de peso del bebé durante las primeras semanas para asegurarse de que esté sano y coma lo suficiente.
Paso 1
Asegúrese de pesar al bebé con cuidado y precisión inmediatamente después del nacimiento. Si tiene alguna pregunta sobre las medidas, pídale al médico responsable que lo pese nuevamente. Conocer el peso del bebé al nacer es fundamental para calcular cuánto perderá y el tiempo que tardará en recuperar ese peso.
Paso 2
Pida que pese al bebé cuando le den el alta del hospital o del centro de maternidad. Este peso será menor que el número obtenido cuando se pesó al nacer. Los médicos y científicos no están seguros de por qué los bebés pierden peso durante los primeros días después del nacimiento, pero casi todos los recién nacidos lo hacen.
Paso 3
Calcula el porcentaje de pérdida de peso. Divida el peso más pequeño por la cantidad obtenida cuando nació. Esto dará una cantidad decimal.
Paso 4
Controle el peso del bebé en casa o llevándolo al pediatra. Dentro de una semana, el peso del bebé debería comenzar a aumentar. En la mayoría de los casos, los bebés recuperan el peso al nacer en dos semanas, aunque algunos tardan hasta tres semanas. Si su bebé pierde más del 10% del peso al nacer o continúa perdiendo peso después de una semana, deberá hablar con un pediatra. Si está amamantando a su bebé, deberá buscar un asesor de lactancia para asegurarse de que su bebé esté recibiendo una nutrición adecuada y que usted tenga una producción de leche adecuada.