Contenido
- Condiciones
- Respuesta del sistema nervioso simpático
- Broncodilatadores
- Broncodilatadores de acción prolongada
- Broncodilatadores de acción corta
- Esteroides
La broncodilatación es el proceso por el cual los bronquios, que son tubos en los pulmones hechos de tejido conectivo y muscular, se dilatan o abren. Hay circunstancias y condiciones que hacen que los bronquios de los pulmones se estrechen o contraigan, lo que dificulta la respiración. Hay factores endógenos (dentro del cuerpo) y exógenos (externos) que pueden afectar la broncodilatación.
Condiciones
La broncoconstricción o estrechamiento de las vías respiratorias es causada por los músculos que rodean y tensan los pulmones. La acumulación de moco, así como la inflamación, también pueden causar constricción. Los resultados de esto son tos, sibilancias y dificultad para respirar. Hay varias condiciones que causan este proceso que requiere broncodilatación. La enfermedad pulmonar crónica ocurre comúnmente en niños nacidos antes de las 34 semanas de gestación. Dado que sus pulmones aún no están completamente formados y las infecciones a menudo están presentes, sus vías respiratorias pequeñas pueden contraerse. El enfisema produce broncoconstricción debido a la congestión de moco espeso. La broncoconstricción inducida por el ejercicio es causada por niveles elevados de mediadores inflamatorios, que incluyen células T, células B, leucotrienos e histaminas durante el ejercicio. Esto suele ocurrir cuando se inhalan grandes volúmenes de aire frío y seco durante el ejercicio intenso. La broncoconstricción inducida por alérgenos es una respuesta similar a la condición anterior, pero el estimulador es la inhalación de alérgenos. El asma es una inflamación crónica de los bronquios que causa el estrechamiento de las vías respiratorias. Es causada por una combinación de factores genéticos y ambientales.
Respuesta del sistema nervioso simpático
La broncodilatación puede ocurrir como una respuesta natural del cuerpo. Cuando el sistema nervioso simpático se activa en una reacción comúnmente conocida como "respuesta de lucha" o "escape", se liberan las hormonas y neurotransmisores de adrenalina (también llamada epinefrina) y noradrenalina (también llamada norepinefrina). Esta respuesta es provocada por estrés físico o mental. El aumento de adrenalina aumenta la frecuencia cardíaca, desvía el flujo sanguíneo de las extremidades hacia los músculos y órganos internos, aumenta el nivel de azúcar en sangre y la tasa metabólica, dilata las pupilas y promueve la broncodilatación. Aunque la adrenalina es un broncodilatador, no es ideal para el tratamiento, ya que también induce efectos secundarios no deseados, como aumento de la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Por tanto, se han creado fármacos similares a la adrenalina en cuanto a afectar la broncodilatación, pero sin los efectos secundarios que promueve.
Broncodilatadores
Existen medicamentos que pueden provocar broncodilatación. Por lo general, estos medicamentos se recetan a pacientes con asma u otras enfermedades pulmonares restrictivas. Hay dos tipos de broncodilatadores: de acción corta y de acción prolongada. Afectan a la broncodilatación haciendo que los músculos de los bronquiolos se relajen, dilatando así las vías respiratorias.
Broncodilatadores de acción prolongada
El objetivo de los broncodilatadores de acción prolongada es prevenir el broncoespasmo. Estos medicamentos pueden ser orales o inhalados y se usan de forma rutinaria. No proporcionan un alivio inmediato, pero son eficaces para inducir la broncodilatación hasta por 12 horas.
Broncodilatadores de acción corta
Los medicamentos de corta duración también se denominan "medicamentos de alivio rápido" o "medicamentos de rescate". Estos medicamentos inhalados proporcionan un alivio rápido y provocan una broncodilatación inmediata. Surten efecto en 20 minutos y pueden durar hasta 4 o 6 horas.
Esteroides
En casos de inflamación que obstruyen las vías respiratorias, los esteroides pueden actuar como broncodilatadores. Suprimen la respuesta inmunitaria y, en consecuencia, la inflamación que provoca la broncoconstricción en los pulmones.