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Los nabos normalmente se cultivan como una cosecha de otoño o invierno. Se desarrollan mejor durante los meses más fríos, produciendo raíces sabrosas y follaje comestible. Conservarlos para uso posterior permite que usted los aprecie mucho tiempo después del final de la época productiva. Como la mayoría de las raíces, son bien almacenados por un período largo cuando se alojan en un lugar fresco y húmedo.
instrucciones
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Corte los topes de los nabos dejando un centímetro de tronco preso. Utilice el follaje de arriba como verdura o almacénelo en la nevera entre tres y cinco días.
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Enjuague las raíces rápidamente bajo agua corriente, removiendo los restos de tierra presos al vegetal. Seque su superficie inmediatamente después del lavado con un paño limpio.
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Coloque los nabos en una bolsa de plástico perforado. La bolsa permite la circulación de aire y evita la condensación, pero impide que transfieran el olor a otros vegetales almacenados.
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Almacene los nabos empacados a una temperatura entre 0º C y 5ºC, en un sótano, en un almacén externo o en la nevera. Las temperaturas más altas hacen que germinen, arruinando la textura y el sabor del vegetal.
consejos
- Los nabos se almacenan bien durante tres meses cuando se mantiene la temperatura apropiada.
- Si el lugar donde vives experimenta sólo heladas leves, corte los topos y deja los nabos en la huerta hasta el momento de usarlos. Las heladas ligeras aumentan el sabor de las raíces.
Qué necesitas
- Bolsas perforadas