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Mandragora officinarum pertenece a la familia de las solanáceas (solanaceae). Las raíces largas de esta planta se asemejan a una zanahoria o chirivía. Es originaria del centro y sur de Europa, en las zonas del mar Mediterráneo.
Comúnmente conocida como mandrágora, esta planta perenne tiene hojas alargadas en la superficie del suelo y hojas arrugadas con la vena central que mide de 15 a 40 cm de largo. Las flores con pétalos de color verde claro miden unos 5 cm de ancho; florecen de septiembre a octubre. A finales de la primavera, los frutos maduros de la mandrágora se redondean, con un color naranja o rojo.
Esta planta soporta fríos intensos, sobreviviendo a temperaturas de -9 a -17 ºC.
Paso 1
Elija una ubicación al aire libre con luz solar directa. Como esta planta es una solanácea, su hábitat natural incluye jardines con muchas plantas y áreas de sombra, pudiendo sobrevivir en áreas como esta o sin sombra.
Paso 2
Plante las semillas en macetas profundas o poco profundas. Considere un suelo ligeramente arenoso o arcilloso con un pH neutro. Las mandrágoras pueden ser adecuadas para jardines de rocas.
Paso 3
Riega mucho la mandrágora durante el verano o una vez cada dos semanas.
Paso 4
En primavera, cuando la mandrágora esté con hojas y flores, aplicar un fertilizante junto al agua con la que se riega cada 20 o 25 días. Considere usar un fertilizante apropiado para plantas con flores. Mezcle un fertilizante granulado con el suelo.
Paso 5
A fines de febrero, trasplante la mandrágora a un suelo bien drenado, ligero y profundo para acomodar la raíz extensa. Separe las mandrágoras al menos 60 cm entre sí.