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Aunque la práctica deportiva es muy importante para ayudar a los adolescentes a ocupar su tiempo, cuidar de sí mismos y concentrarse en sus estudios y notas, pueden haber algunas consecuencias negativas y sorprendentes.
Vida escolar
En muchas escuelas, el alumno involucrado con deportes debe mantener una cierta nota media. Algunas exigen la media mínima 5, otras 7. Esto hará que el alumno-atleta se esfuerce en el aula, a fin de seguir beneficiándose de un deporte. Los estudiantes con talento deportivo que prefieren las actividades físicas que las de aprendizaje en el aula pueden tener sus notas afectadas lo que podría ser desgastante para el equipo, para el alumno y la institución en sí.
Autoestima
Hay ocasiones en que un alumno intenta participar en una actividad deportiva, aunque no tenga capacidad atlética. En algunos casos, el alumno sólo quiere participar de algo y sabe que no es tan bueno en eso. Sin embargo, si tiene una mala experiencia en un entrenamiento o juego, o pasar por una situación en la que ha sido avergonzado, esto puede perjudicar su autoestima e incluso llevarlo a salir de la práctica, lo que sería una lección mal aprendida.
Mal entrenador
Un buen entrenador debe ser un modelo positivo y puede tener un fuerte efecto sobre el desempeño de un alumno en un deporte. Sin embargo, algunos entrenadores tienen un efecto negativo debido a su temperamento, exigencias o incluso por tener muy poco conocimiento de un deporte. Un entrenador negativo puede hacer que un alumno retrocede en términos de desarrollo, y así afectar su autoestima. Un buen director de deportes puede ayudar a evitar esto. Contratar a un buen entrenador puede hacer una gran diferencia. Si los niños no pueden fallar, si escuchan gritos en todo momento o se bloquean por hacer algo mal, ellos estarán entrenados para tener miedo de intentarlo.
Un mal entrenador por tener una influencia negativa en los alumnos (Jupiterimages / PhotoObjects.net / Getty Images)
Los padres que requieren mucho
Los padres deben saber lidiar con la vida deportiva de los hijos, independientemente del deporte. Las exigencias para ser el mejor desgasta al joven y su entrenador. Los padres a veces actúan como si supieran todo, lo que puede ser muy negativo. Algunos, por ejemplo, insisten en que sus hijos practiquen sólo un deporte durante todo el año. Otra cuestión son las expectativas que los padres ponen en los jóvenes. A veces, son tan altas que el alumno no puede alcanzarlas. El estrés en el deporte puede ser causado por padres que quieren vencer a todo costo, exceso de entrenamientos y viajes.
