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Así como la mayoría de los corales, los corales cerebrales se desarrollan en ambientes de agua salada alrededor del mundo y son esenciales para la biodiversidad de estos hábitats marinos, que albergan otros organismos dependientes de ellos. Estos hábitats dependen de un equilibrio bastante controlado para sobrevivir.
Coral de cerebro
Los corales-cerebro vienen de una gran familia de corales en el filo de los Cnidarios, que incluye aguas vivas y anémonas. El coral-cerebro se compone de colonias de pólipos que secretan un esqueleto externo rígido de carbonato de calcio y forman así los arrecifes de corales. Este tipo de coral es uno de los principales formadores de estos arrecifes. Su nombre viene de los surcos en su estructura que recuerdan un cerebro animal.
ubicación
Los corales-cerebro viven en la mayoría de los océanos del mundo entero. Debido al esqueleto que desarrollan, estos corales se pueden encontrar entre los arrecifes. En particular, la Gran Barrera de Coral, el mayor sistema de arrecife de corales a lo largo de la costa noreste de Australia, que cubre un área de 344.400 kilómetros cuadrados, alberga la población más robusta de corales-cerebro. Este coral también es prevalente en las regiones alrededor del Indo-Pacífico, del Caribe y de Fiji.
medio ambiente
El coral-cerebro tiene gusto de vivir en un ambiente de aguas poco profundas y calientes, a una profundidad entre 1 a 30 m bajo la superficie del agua. Estas áreas oceánicas generalmente son arrecifes en alta mar, que se sitúan cerca de grandes litorales.
Habitat de los corales
El coral-cerebro también es un importante hábitat para otros organismos marinos. Algas y erizos de mar, por ejemplo, viven entre estos corales. En cambio, el coral puede recibir nutrientes de productos residuales, energía de las algas fotosintéticas o protección contra pequeñas criaturas que podrían perjudicarlo. Además, la biodiversidad marina que los ambientes de los arrecifes crean es una de las más ricas del mundo.
Amenazas al hábitat
Los hábitats de corales cerebrales generalmente son amenazados por la industria pesquera, que devasta el fondo del piso oceánico y destruye buena parte del ambiente del cual estos corales y otros organismos dependen. El lodo, los productos químicos y los terraplenes hechos cerca de los litorales también amenazan el hábitat del coral-cerebro.