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Linfoma cutáneo epiteliotrópico, también llamado micose fungoide es un tipo de cáncer de piel raro que se observa en sólo 3 a 8% de todos los casos de linfoma canino. Es un tipo grave de cáncer con un pronóstico pobre.
Signos clínicos
Las etapas iniciales presentan síntomas similares a una enfermedad inflamatoria de la piel, lo que significa que puede presentarse como varias condiciones, incluyendo eritema, descamación, prurito, despigmentación, alopecia, placas, ulceraciones y costras. Las etapas avanzadas suelen causar lesiones cutáneas más graves en las áreas oral, nasal y ocular. De todos modos, las áreas afectadas de la piel pueden ocurrir en todo el cuerpo.
comparación
En comparación con otros tipos de linfoma, este tipo afecta primero la piel, pero puede manifestarse en los nódulos linfáticos y otros órganos. En comparación con otros tipos de cáncer de piel, este tipo es particularmente raro y requiere un gran esfuerzo para tratar. Hay muchos tipos de tumores malignos de piel, y varían en términos de tratamiento y pronóstico.
diagnóstico
El diagnóstico debe ser realizado por un veterinario, a menudo por un veterinario especializado en dermatología. Nunca dude en pedir a su veterinario regular por un encaminamiento a un dermatólogo u otro especialista para obtener un mejor diagnóstico y opciones de tratamiento. El diagnóstico debe realizarse por citología (cuando las muestras de las áreas se evalúan microscópicamente).
tratamiento
El tratamiento varía dependiendo de la etapa y áreas que han sido afectadas por el linfoma. Las opciones incluyen cirugía, quimioterapia y radioterapia.
Cuidados paliativos
Si el linfoma está en un nivel muy avanzado y se ha extendido por otras partes del cuerpo, el tratamiento puede ser o no una opción limitada. Muchas veces, los cuidados paliativos, que se concentran en aliviar los síntomas de la enfermedad, son recomendados, incluyendo champús medicinales, antibióticos y otros medicamentos.
pronóstico
Como ya se ha dicho anteriormente, el pronóstico es pobre, incluso si esta enfermedad es diagnosticada y tratada precozmente, la recurrencia es común. Una nota positiva es que el linfoma cutáneo epiteliotrópico tiene un pronóstico mejor que el linfoma cutáneo no epiteliotrópico