Cómo utilizar la miel para curar heridas

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Durante siglos, la miel ha sido recomendada por contener muchos poderes de curación. Una de las creencias más comunes es que la miel tiene una fuerte capacidad de curación. A diferencia de otros tratamientos, retiene la humedad. Al ayudar en la recuperación de la humedad por el tejido de la piel, ayuda a las células a regenerarse y volver a la normalidad. Aquí hay algunos pasos que usted puede tomar para usarlo en el tratamiento de sus cicatrices.

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Aquí hay algunos pasos que usted puede tomar para usar la miel en el tratamiento de sus cicatrices (Brand X Pictures / Brand X Pictures / Getty Images)

Lave la herida con agua y jabón. Permita que el área se seque antes de la aplicación de miel. A continuación, prepare un pedazo de gasa igual al tamaño de la herida.
Aplique una o dos cucharaditas de miel sobre la gasa. Esparcir la miel en una capa fina para cubrir la gasa. Sin embargo, no debe ser tan fina de forma que se seque.
Coloque el pedazo de gasa, con el lado donde está la miel hacia abajo, sobre su herida. Ajuste la gasa para cubrir toda la cicatriz. Esto le dará una mayor cantidad de cobertura de miel para su lesión.
Coloque una segunda capa de gasa abajo sobre su cicatriz. Esto ayudará a mantener el apósito seco, absorbiendo el exceso de miel con la gasa. Aplique una tira de cinta sobre la gasa de modo que el vendaje no salga del lugar mientras que el poder curativo se está aplicando directamente sobre el área de la herida en su piel.
Repita estos pasos cada 12 horas. Es importante sustituir la miel y la gasa regularmente, proporcionando para su piel el máximo de ayuda en la cicatrización. Mantenga esta rutina durante hasta tres semanas, o hasta que esté cómodo con los resultados. Finalmente, el tejido cicatricial debe volver a tener un color normal.