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Así como los humanos, los perros son especialmente susceptibles a infecciones bacterianas en diferentes partes del cuerpo. Cuando estos tipos de infecciones ocurren, la primera línea de defensa es generalmente antibióticos. Afortunadamente, hay un montón de antibióticos en el mercado que se hacen específicamente para su uso en perros. Los antibióticos varían en la forma en que funcionan. Es importante discutir las especificidades prescritas de su perro antes de medicarlo.
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Los antibióticos son recetas procedentes de fuentes bacterianas, específicamente para luchar contra otras bacterias, más perjudiciales. Diferentes antibióticos atacan bacterias de diferentes maneras. Algunos perturban la estructura de la célula de la bacteria, mientras otros interrumpen las vías en que ellas reciben energía o usan proteínas. Los nuevos antibióticos se descubren constantemente para sustituir los tipos más antiguos que no se enfrentan más a las bacterias. Desafortunadamente, cuanto más se utilizan, mayor es la posibilidad de que las bacterias nocivas se adhieren inmunes al antibiótico. Debido a esto, es importante que siga las instrucciones exactas de dosificación en la prescripción de su perro para impedir que las bacterias se vuelvan inmunes.
cefalexina
La cefalexina se relaciona con la clase de antibióticos de penicilina. Se utiliza para tratar una amplia variedad de bacterias en diferentes zonas del cuerpo del perro. Este antibiótico se puede utilizar para las infecciones bacterianas del hueso, la piel y las heridas del cuerpo. También se utiliza para tratar la vejiga y las infecciones respiratorias. La cefalexina puede causar irritación en la piel, en el lugar de la aplicación, y esto puede causar problemas digestivos en algunos perros que estén tomando la medicación.
amoxicilina
La amoxicilina es otro antibiótico completo, a partir de la clase de los que contienen penicilina.La prescripción de este medicamento a menudo se da a los perros para las infecciones respiratorias, gastrointestinales, de los tejidos y de la piel, y del aparato genitourinario. Los efectos colaterales son raros, pero el animal debe observarse de cerca si hay signos de cambio de comportamiento. Cualquier cambio significativo debe ser reportado al veterinario.
gentamicina
La gentamicina es una parte de la clase de antibióticos de cefalosporina y es comúnmente prescrita para perros en el tratamiento de neumonía, conjuntivitis, otitis, e infecciones de heridas abiertas. La gentamicina se combina con medicamentos antiinflamatorios y antifúngicos en un paquete con nombres como Otomax y Gentocin. La gentamicina es a veces usada también como un spray para infecciones fúngicas en la piel de su animal. En la mayoría de los casos, la gentamicina sólo se utiliza tópicamente. La ingestión a veces puede causar efectos secundarios graves, como la ceguera o pérdida de audición, con dosis altas.
sulfametoxazol
El sulfametoxazol es un antibiótico de amplio rango que a veces se combina con trimetoprima. Se utiliza para infecciones de la piel, gastrointestinal, respiratoria y urinaria. El sulfametoxazol puede producir efectos adversos, como vómitos, pérdida de apetito y diarrea. Este antibiótico necesita ser ingerido con grandes cantidades de agua. Es importante monitorear si su mascota está bebiendo agua lo más rápido posible mientras esté bajo este antibiótico.