Cómo utilizar calor para el control de malas hierbas

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Una variedad de productos es comúnmente producida para su uso en el control de las malas hierbas. Sin embargo, muchos herbicidas diseñados para matar las malas hierbas tienen implicaciones potencialmente nocivas en otras vegetaciones y en el medio ambiente. Los métodos de control natural de las malas hierbas son utilizados por muchos jardineros y propietarios de casas, con el calor siendo una alternativa efectiva a los herbicidas líquidos producidos comercialmente.

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Utilice el calor de un lanzallamas para controlar las malas hierbas no deseadas (Jupiterimages / Photos.com / Getty Images)

Conecte una botella de propano de 0,5 kg a la punta en forma de U de la lanza llamas portátil. Conecte la botella de propano con cuidado en el lanzallamas, con atención para no cruzar los segmentos de la rosca mientras esté apretando.
Gire la válvula de control de flujo para permitir que el propano fluya, partiendo de la botella. Encienda el propano en la punta del eje recto de la lanzadera con un encendedor. Siga las instrucciones del fabricante para un ajuste preciso antes y después de encender el dispositivo.
Sostenga la llama de propano en la punta del lanzallamas al lado o por encima de las malas hierbas. Permita que el calor del lanzallamas entre en contacto con hojas y ramas.
Utilice la llama de propano en las malas hierbas encontradas en las aceras, las entradas de garaje y otras superficies rígidas que no se dañarán por el calor. Sostenga la llama al lado o por encima de las malas hierbas, u otras áreas cercanas a plantas que puedan dañarse.
Monitoree las malas hierbas tratadas con el calor por dos o tres días para observar cambios. Utilice el tratamiento de calor de nuevo, si es necesario, para conseguir un control completo.