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Si la suela de un zapato se afloja debido al desgaste diario, puede arreglarlo usted mismo con un poco de pegamento. Arreglar su zapato le ahorrará dinero y un viaje de zapatero. Tómese el tiempo y el esfuerzo para mantener el par de zapatos fuera de la basura y en su armario.
Paso 1
Cubre el área de trabajo con periódico para protegerla de la suela sucia de tu zapato y también del pegamento.
Paso 2
Limpiar la suela desprendida con un paño empapado en agua tibia y jabón para eliminar cualquier residuo que pueda evitar que el pegamento se pegue. Seca la suela con otro paño. Retire cualquier pegamento suelto de la suela para crear una superficie lisa para el nuevo pegamento.
Paso 3
Elija el tipo de pegamento, como Cascola, hecho específicamente para la reparación de calzado. Busque estos pegamentos duraderos y flexibles en zapaterías o tiendas de artículos deportivos. Otra opción es elegir un pegamento a base de cian-acrilato, como Super Bonder. Aplica una fina línea de pegamento entre la suela y la suela del zapato.
Paso 4
Extienda el pegamento de manera uniforme por la suela con un cuchillo. Presione el zapato en la suela para crear una conexión segura. Coloque un objeto pesado, como un libro, encima del zapato, mientras se seca el pegamento para crear una conexión segura. Limpia cualquier pegamento que gotee con un hisopo de algodón. Deje que el pegamento se seque durante al menos 24 horas, o según las recomendaciones del fabricante, antes de usar el zapato.