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Las plantas filtran nuestro aire, nos proveen alimentos y hábitat para animales, haciendo nuestro ambiente más bello. Aunque las necesidades de las plantas varían entre las especies, hay seis cosas básicas que todas las plantas necesitan para crecer y prosperar; aire, agua, nutrientes, luz, espacio y calor.
plantas (Hemera Technologies / AbleStock.com / Getty Images)
Aire acondicionado
Durante la fotosíntesis, las plantas absorben dióxido de carbono del aire, produciendo alimentos para su propio crecimiento. Lo que queda después de la fotosíntesis es el oxígeno devuelto al aire que respiramos. El aire contaminado bloquea la luz del sol, que es también necesaria para su crecimiento, y también puede impedir que absorban el dióxido de carbono necesario.
Luz solar
La luz solar es usada por las plantas para convertir dióxido de carbono y agua en azúcares a través de la fotosíntesis. En ausencia de ella, las plantas no pueden producir el alimento necesario para prosperar. Aquellas que no reciban suficiente luz solar tendrán vástagos finos y altos dirigidos a la luz y pueden marchitarse si no obtienen luz suficiente. Las plantas que reciben demasiada luz solar tampoco crecerán bien; estas pueden descartarse y quemarse. Una planta que requiere mucha luz solar necesita, en promedio, de ocho a 12 horas de sol al día, y una que no requiere tanta luz, necesita entre cinco y seis horas. Las plantas que necesitan sombra parcial deben recibir luz solar indirecta, o filtrada, y luz solar directa por sólo unas horas cada día.
agua
Como todas las cosas vivas, las plantas necesitan agua para sobrevivir. Es la conductora de nutrientes y alimentos que las plantas necesitan. La cantidad de agua necesaria variará entre las diferentes especies de plantas, pues algunas, como las violetas africanas, prefieren la humedad y otras, como cactus, prosperan en condiciones más secas. Como regla general, si el suelo está seco al tacto, las plantas deben ser regadas.
nutrientes
Hay tres nutrientes principales que las plantas reciben del suelo: nitrógeno, fósforo y potasio. Además, existen nutrientes secundarios y micronutrientes que también se obtienen del suelo. La cantidad necesaria de cada nutriente puede variar, y poco o mucho de ciertos nutrientes puede perjudicar el crecimiento, dejarlas débil o incluso llevarlas a marchitarse. Las plantas usan los nutrientes del suelo, por lo que debe ser abastecido con abonos o fertilizantes, o los nutrientes eventualmente terminarán.
espacio
El tamaño del espacio disponible tiene relación directa con el crecimiento de la planta. Las plantas que tienen mayor área disponible para crecer, extender sus raíces y prosperar. Aquellas que viven en lugares apretados o tienen sólo una pequeña área para crecer, tendrán raíces estrechas y muy juntas, resultando en un crecimiento atrofiado.
calor
En climas fríos, sólo algunas plantas sobreviven, por lo que hay poca vegetación. Algunas de ellas, como los geranios, exigen que la temperatura sea de, como mínimo, 26 ºC, para prosperar y crecer. Otras plantas pueden soportar temperaturas más bajas, aunque pocas son capaces de sobrevivir en temperaturas bajo cero. La temperatura se asemeja a la del hábitat natural de la planta, para proporcionar las mejores condiciones de crecimiento.