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El vandalismo escolar incluye grafiti en las paredes con pintura en aerosol y piedras arrojadas a las ventanas, daños a los muebles en las aulas y roturas en los asientos del autobús. Se trata de actos desenfrenados y deliberados con el único propósito de causar destrucción. Si no se hace nada, los vándalos escolares pueden convertir una institución moderna y bien mantenida en una propiedad desfigurada y en ruinas. Para combatir este problema, los funcionarios escolares, los estudiantes y los padres interesados deben emplear medidas preventivas y directas.
Paso 1
Contrata a un guardia de seguridad privado para monitorear la escuela después de horas. La presencia de un guardia u oficial de seguridad puede prevenir el vandalismo en la escuela. El personal de seguridad también puede detener un acto de vandalismo, logrando identificar a los sospechosos.
Paso 2
Instale una cámara de circuito cerrado de televisión en áreas grandes, como el patio de la escuela y frente a la escuela, donde es más probable que ocurra el vandalismo. Las cámaras pequeñas y bien ubicadas pueden capturar la actividad de los vándalos y pueden ayudar a su escuela a identificar a los perpetradores y proporcionar castigos, disuadiendo futuras acciones de otros.
Paso 3
Cree un programa que les enseñe a los estudiantes a valorar su escuela y a tratarla con respeto. Muéstreles varios actos de vandalismo y enséñeles las implicaciones legales y morales de destruir la propiedad de otra persona.
Paso 4
Cree una línea de denuncia anónima que permita a los estudiantes transmitir información sobre actos de vandalismo, sin temor a represalias.
Paso 5
Exigir que los vándalos atrapados reembolsen a la escuela los daños o que limpien el desorden que hicieron. Por ejemplo, solicite al autor que limpie los grafitis o las paredes pintadas con spray.
Paso 6
Comuníquese con los padres de los vándalos y obtenga su apoyo para ayudar a prevenir futuros actos destructivos. Los padres pueden ser valiosos aliados si se les contacta con la actitud adecuada.