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El Antiguo Testamento se refiere a varios pueblos antiguos que interactuaron con la nación judía. Los más odiados y temidos de ellos eran los asirios. Los historiadores y arqueólogos recogieron amplias informaciones sobre el ascenso y la caída del Imperio Asirio, corroborando los relatos bíblicos. Como la nación más poderosa de la región, en la época de Alejandro el Grande, fue tan devastada, que su famosa capital ya no era reconocible.
Los asirios dominaban la antigua Mesopotamia (Hemera Technologies / AbleStock.com / Getty Images)
historia
Los asirios eran las personas dominantes en el antiguo Oriente Medio. Su reino quedaba entre los ríos Tigre y Eufrates, y sus dos ciudades principales fueron Assur y Nínive. Ellos subieron al poder en algún momento entre 1500 y 1100 a. C., y su reino cayó alrededor de 615 a. C. Babilonia fue su gran competidor por el dominio. En el siglo IX a. C., los arameos conquistaron parte del territorio asirio, pero entre 883 a. C. y 727 a. C., los asirios recuperaron el control de sus tierras. De ese punto en adelante, se expandieron en un imperio, que se hizo demasiado grande para controlar. Finalmente, Babilonia se liberó y destruyó a Nínive, marcando el fin del Imperio Asirio.
carácter
El territorio asirio era el único área fértil en la región árida, de modo que los pueblos cercanos lo atacaban regularmente para obtener acceso a sus riquezas agrícolas. Los asirios, en consecuencia, pasaron siglos defendiendo sus fronteras y se volvieron bélicos y crueles, torturando a sus prisioneros para intimidar a sus enemigos. También dispersaron pueblos conquistados en diferentes partes del imperio, rompiendo cualquier sentido de identidad nacional entre los derrotados. Religiosamente, los asirios eran politeístas y animistas. Ellos creían que los objetos inanimados y las características geográficas tenían espíritus, y adoraban a dioses de la naturaleza, siendo el más prominente el dios Assur.
Relaciones con Judá e Israel
En el siglo IX aC, Israel estaba constantemente en guerra con Asiria, hasta que comenzó a pagar tributo a ella. A finales del siglo VIII aC, el rey Acaz de Judá reunió fuerzas con el rey de Asiria para luchar contra Israel y Siria. Acaz y los asirios ganaron, pero Judá se convirtió en siervo de Asiria. El rey Oseas de Israel, en última instancia, se negó a pagar tributo a Asiria, la cual destruyó el reino de Israel y desamparó a su pueblo. Ellos se conocieron en la historia como las 10 tribus perdidas.
Referencias bíblicas
Los profetas Oseas, Amós, Isaías y Miqueas advirtieron a Israel que los ataques asirios eran castigo de Dios por la desobediencia de Israel. El libro bíblico de 2 Reyes narra varias batallas entre Israel y Asiria, incluyendo un cerco de Jerusalén, en última instancia, sin éxito. Ezequiel discute la arrogancia de los asirios, y Jonás es enviado para avisar al pueblo de Nínive que Dios tiene la intención de destruirlos. Más tarde, Naum y Sofonías profetizaron cada uno la caída del Imperio Asirio y de Nínive, en particular.
Jonas estaba viajando a Nínive, cuando fue tragado por una ballena (George Marks / Retrofile / Getty Images)