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Hijos de Isaac y Rebeca, y nietos de Abraham, Jacob y Esaú estaban destinados a ser antagonistas. Nacieron bajo una profecía de que serían predecesores de naciones que estarían en guerra. En la Biblia, en el versículo 25:23 de Génesis, Dios dijo a Rebeca: "Dos naciones hay en su vientre, y dos pueblos serán separados de sus entrañas". Y sucedió que Jacob y Esaú representaron a dos naciones de pueblos.
La historia de Jacob y Esaú
Los gemelos, pero no idénticos, eran realmente opuestos. Desde su nacimiento estos hermanos lucharon uno con el otro. Jacob era casero mientras Esaú vivía al aire libre. Jacob era más espiritual, mientras que Esaú era de las cosas materiales. Tanto que negoció su derecho de primogenitura por un plato de sopa. "Y Esaú le dijo a Jacob," Déjame comer, yo te ruego, de ese mismo guisado rojo, porque estoy cansado ": por eso se le dio el nombre de Edom. Dijo entonces Jacob, 'Viene hoy su primogenitura "Entonces dijo Esaú: 'He aquí que estoy a punto de morir: y de qué me servirá esa primogenitura?' Y Jacob dijo: 'Jurame hoy', y él juró, y vendió su primogenitura a Jacob. Entonces Jacob dio pan y guiso de lentejas a Esaú, y éste comió y bebió, entonces se levantó y se fue: así Esaú despreció la su primogenitura ". (Génesis, 25: 30-34).
Esaú y Edom
Esaú simplemente vendió su primogenitura por un deseo de la carne en aquel momento. No se importó con su primogenitura espiritual. Este es el registro de la Biblia, y tenga en cuenta que se repite tres veces. "Y éstas son las generaciones de Esaú, que es Edom ... Así habitó Esaú en el Monte Seir: Esaú es Edom, y éstas son las generaciones de Esaú, padre de los edomitas, en el Monte Seir" - Génesis 36: 1, 8, 9. Dios quería que esto fuera recordado. Los edomitas eran sus descendientes, así como los israelitas lo eran de Jacob. "Edom" significa rojo, a causa de la sopa por la que Esaú vendió su herencia. Situado al sureste de Israel, el Monte Seir era el límite de Edom.
Jacob y Israel
El nombre de Jacob significa el engañador, pero Dios lo ha convertido en un ejemplo transformándolo en un hombre de Dios. "Dios escogió las cosas locas de ese mundo para avergonzar a los sabios, y Dios escogió las cosas débiles de ese mundo para avergonzar a los fuertes. Él escogió las cosas de este mundo y las despreciables, y las que no son, para aniquilar las que son, para que ninguna carne se gloríe delante de Él. - 1 Cor. 1: 27-29. Siendo Jacob un engañador, no había como agradar a Dios; pero, a diferencia de Esaú, él creía en la palabra de Dios y la valorada. Así, Dios transformó el corazón de Jacob, el engañador, haciéndolo Israel, el hombre de Dios.
La guerra de Edom e Israel
Edom e Israel nunca se dieron bien. Muchas contiendas hubo entre ellos, y Edom nutría odio por Israel. "Recuerda, oh Señor, de los hijos de Edom, en el día de Jerusalén, porque decían: ¡Arrasadla, arrasadla, hasta sus cimientos!" - Salmo 137: 7 Biblia del Rey James.
Edom hizo la cuestión de aclamar a los babilonios cuando éstos llevaron cautivos a los israelitas. Cuando Israel cayó a causa de sus pecados, Edom se regocijó e invadió el país. Incluso ayudó a los babilonios a capturar prisioneros de guerra de la batalla inicial, según dice Obadias, Capítulo 10, en la Biblia del Rey James. Fue entonces cuando Dios hizo varias profecías contra Edom. Según dijo Ezequiel, 35: "Así ha dicho el Señor Dios: 'He aquí que estoy contra ti, oh Monte de Seir, extenderé mi mano contra ti y lo pondré en desolación, tus ciudades devastaré y te pondrás en desolación. "Yo soy el Señor, porque hay mucho alimentas tu odio y derramaste la sangre de los hijos de Israel por el poder de la espada a la hora de su calamidad, cuando de su extrema iniquidad, por eso vivo yo, dice el Señor Dios, para la sangre, y la sangre lo perseguirá, ya que no abominaste la sangre, por eso la sangre lo perseguirá, así que traeré al Monte Seir la mayor asolación, y de él exterminaré lo que pase y lo que vuelva, y llenaré sus montes con los muertos, sus colinas y valles, y en todas sus ravinas caerán aquellos que han sido muertos a espada, y yo haré de ti la perezosa desolación, y sus ciudades no serán habitadas, entonces sabrás que yo soy el Señor. Edom nunca sería reconstruida. Como Edom vivía en odio por Israel, su país permanecería vacío.