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El tipo de suelo en su jardín tendrá un impacto significativo en el crecimiento y el desarrollo de las plantas. Como algunos tipos retien más agua que otros, procure determinar el tipo de suelo a fin de irrigar las plantas adecuadamente.
Tipos de suelo
Los tipos de suelo son normalmente distinguidos por su textura. Los cuatro más comunes son arena, limo, silte y arcilla. Estas etiquetas describen su textura. Los suelos arenosos son los más finos, con partículas sueltas. Los arcillosos son los más compactos y pesados.
Absorción de agua
Al determinar la absorción de agua, considere dos factores: permeabilidad, o la facilidad con que el agua penetra en el suelo, y retención, o cómo retiene el agua. Como los suelos arenosos poseen muchas partículas sueltas, tienen una alta permeabilidad al agua, pero no la retien por mucho tiempo. Los suelos arcillosos, a su vez, poseen baja permeabilidad y alta retención de agua. El suelo limoso posee permeabilidad y retención medias y, el suelo de silte, baja permeabilidad y alta retención.
Cambios en el suelo
Los cambios en el suelo ofrecen una oportunidad para que los jardineros cambien la absorción de agua de la tierra. Cambios comunes incluyen la adición de turba, astillas de madera, humus, abono, estiércol y aserrín.