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De acuerdo con la base de datos china de arañas, hay 3.416 especies de arañas en China hoy en día. De estas, sólo algunas fueron descubiertas como venenosas para los humanos. La mayoría se encuentra en las regiones en el extremo norte y sur de China, donde el clima es tropical.
Cangrejo chino
La araña cangrejo china (Haplopelma schimidti) es un tipo de tarántula encontrada en el sur de China y Vietnam, considerada extremadamente agresiva y altamente venenosa. De acuerdo con Liang Song Ping, profesor de biología en la Universidad Hunan Normal, el cangrejo chino es una de las arañas más venenosas en el país. El veneno de esta araña es una neurotoxina que causa daños severos en los nervios, llevando a la víctima a perder los movimientos y, a veces, puede a la muerte si la persona no es tratada. La pierna de la araña mide aproximadamente 20 cm, lo que es relativamente grande comparado a las otras arañas en el país. Ella captura la comida, ocultándose y emergiendo de tocas de tierra que pueden tener varios centímetros de profundidad. A pesar del nombre, el cangrejo chino, en su mayoría, se alimenta de insectos y pequeños roedores.
Haplopelma huwenum
La araña Haplopelma huwenum está íntimamente relacionada con la cangrejo china, pero se encuentra sólo en las regiones más al sur, en la provincia de Guangxi. Estas arañas tienen ese nombre por cuenta del dorado en el abdomen. A pesar de no ser señalada como causa de muertes en humanos, su veneno fue documentado como capaz de causar hinchazón, rigidez en las articulaciones y dolor intenso en el área picada. La araña, como su prima, construye tocas para conseguir comida, pero también vive en árboles.
Araña lobo china
La araña lobo china (Lycosa singoriensis) es una araña de toca nocturna que lucha por territorio y se encuentra ampliamente distribuida por el extremo norte de China, más comúnmente en campos de arroz. La araña lobo es conocida por la habilidad de moverse rápido y, a diferencia de otras especies del tipo, tiene un veneno que puede destruir las células rojas de la sangre, induciendo hemorragia en humanos. Las picaduras de esta abeja pueden causar infecciones graves y con frecuencia, daños en células procariotas y eucariotas, lo que puede causar una cicatrización lenta y deformaciones en la piel.