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Los bloques de hormigón de colores dan protagonismo y una excelente visual a los caminos de tu jardín, entrada de garaje o patio. Desarrolle modelos coloridos de su propia imaginación o elija algo monocromático. Hacer tus propios bloques es una forma de ahorrar, o también puedes comprar moldes de goma de varios tamaños y formas. Elija entre las muchas opciones de tintes acrílicos para obtener el aspecto que desea.
Haga sus propios bloques de pavimento de hormigón
Paso 1
Decide el tamaño y la forma de tu bloque. Se recomiendan bloques pesados, ya que son más estables, más duraderos y menos propensos a moverse. Un bloque pesado debe tener al menos dos pulgadas de espesor. Esboza un modelo y decide qué colores o colores quieres usar.
Paso 2
Vaya a una tienda de materiales local o una tienda de materiales para comprar el concreto, los tintes para concreto y la madera que usará para su molde. Haga que las piezas se corten a las dimensiones correctas en la tienda. Un molde de madera cuadrado de 13 mm debe tener dos placas más pequeñas del mismo tamaño y dos placas que sean 26 mm más largas cada una, para crear el cuadrado perfecto cuando se construya.
Paso 3
Arme un marco simple, creando juntas en cada esquina con clavos en tres lugares en cada junta. Sumerja un paño en aceite de motor y frótelo por todo el interior del marco.
Paso 4
Organiza una zona de trabajo completa, forrada con láminas de plástico y todos los materiales que necesitarás para mezclar el hormigón y el tinte. Coloque el marco sobre el revestimiento de plástico.
Paso 5
Mezcle el hormigón de acuerdo con las instrucciones del fabricante. Agregue los tintes mientras el concreto está húmedo y revuelva bien mientras mezcla. Siga todas las instrucciones del paquete.
Paso 6
Vierta el hormigón en la forma de bloque a la profundidad correcta. Asegúrese de que el hormigón esté distribuido uniformemente. Utilice una herramienta para esto, o una tabla, que sea más ancha que la superficie del bloque. Deje secar el hormigón durante el tiempo indicado en el paquete, normalmente dos o tres días, antes de sacarlo del encofrado.