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Las tarjetas magnéticas, como las que se utilizan en las habitaciones de hotel, tienen una banda magnética en la parte posterior. Esta cinta contiene varias partículas de hierro microscópicas magnetizadas en un patrón particular. Cuando una computadora lee la cinta, traduce el patrón y recibe la información necesaria. Si las partículas se desmagnetizan, el patrón se rompe y el lector no podrá reconocerlo.
Cinta magnética
Imagina que la cinta en la parte posterior de la tarjeta está llena de pequeñas barras de hierro. Estas "barras" (que en realidad son partículas microscópicas) están organizadas de una manera específica única para cada tarjeta. Cuando pasa por el lector, la computadora reconoce el patrón y comunica la señal a su base de datos. Si la tarjeta en cuestión es una tarjeta de crédito, la información se enviará al banco. Si es una llave de hotel, la puerta se abrirá. Debido a que estas partículas están hechas de hierro, los imanes pueden reorganizarlas, interrumpiendo el patrón. Por lo tanto, en lugar de un patrón único y específico, la computadora leerá una mezcla de señales codificadas y no podrá leer su tarjeta. Este proceso se llama desmagnetización.
Imanes
Los imanes pueden y hacen que las tarjetas se desmagneticen. Cuanto más fuerte sea el imán, más probable será que la cinta se desmagnetice. Una máquina de resonancia magnética, por ejemplo, es casi seguro que revolverá las partículas de hierro en la cinta, creando un lío irreconocible. Otra posibilidad es que los imanes del botón de una bolsa provoquen la desmagnetización. Las carteras y similares también pueden contener imanes que, con suficiente exposición, pueden desmagnetizar la tarjeta. El factor determinante no siempre es la fuerza del imán, sino la duración de la exposición a él. Las tarjetas expuestas a imanes durante un período de tiempo más largo son más susceptibles a la desmagnetización.
Tarjetas de crédito / teléfonos celulares
Algunos creen que una tarjeta junto a la otra puede causar desmagnetización. La teoría detrás de esto es que los imanes hacen que las bandas magnéticas se desmagneticen y, dado que, de hecho, están magnetizadas, esta energía puede hacer que otra cinta se desmagnetice. Sin embargo, esto no es cierto, ya que se necesitaría una cantidad de tiempo de exposición sin precedentes para que esto ocurra. Además, las cartas tendrían que estar reproduciendo las cintas todo este tiempo y, sin embargo, hay muy pocas o ninguna posibilidad de que se produzca la desmagnetización. Aunque algunos teléfonos plegables tienen imanes que permiten que el dispositivo se cierre, la mayoría de ellos no son lo suficientemente fuertes como para afectar las cintas.
Daño físico
El daño físico a la cinta magnética es un culpable mucho más probable de hacer que la tarjeta sea inútil que los imanes. Un rasguño en la cinta puede causar una interrupción en el patrón de las partículas de hierro, dando como resultado una señal ilegible. Debido a que las tarjetas a menudo se almacenan en billeteras, carteras o bolsillos, con monedas, llaves y pelusa sueltas, pueden ocurrir daños físicos antes de la desmagnetización. Aunque el daño físico no desmagnetiza la cinta magnética, sí la daña y un cajero o empleado de hotel puede ver un error que indica que la tarjeta está desmagnetizada al intentar pasarla a través de la computadora.