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El hígado es responsable de muchas funciones vitales en el cuerpo, incluida la desintoxicación de la sangre para eliminar sustancias químicas y otras toxinas, metabolizar el estrógeno y almacenar nutrientes. Cuando su función se ve afectada por un daño o una enfermedad degenerativa crónica, el hígado se apresura a informarle al cuerpo que algo anda mal. Dentro de los primeros síntomas de un probable problema con este órgano, existen varias afecciones cutáneas.
Picor
La picazón crónica puede ser un síntoma de varias enfermedades hepáticas o insuficiencia hepática. Cuando no está funcionando correctamente para eliminar las toxinas del sistema sanguíneo, los químicos, los hongos e incluso los parásitos que generalmente elimina quedan en el cuerpo y pueden irritar la piel. Alternativamente, el cuerpo puede intentar expulsar estos irritantes a través de la piel cuando el hígado no puede eliminarlos, lo que produce irritación y picazón en la piel.
Ictericia
La coloración amarillenta de la piel y los ojos, conocida como ictericia, es uno de los síntomas más comunes y mejor conocidos de la enfermedad hepática. Está muy asociada con la cirrosis o lesión hepática, que es causada por el consumo de alcohol y hepatitis A y B. La ictericia está asociada con una variedad de otras afecciones hepáticas y es causada por una acumulación de bilis en la capa de grasa por bajo la piel. Si nota algún color amarillento en su piel, debe consultar a un médico de inmediato.
Vitiligo
Si bien la ictericia se desarrolla debido a la abundancia de pigmento biliar, el vitíligo, o pérdida de pigmentos, es otra afección de la piel asociada con la enfermedad hepática. El vitíligo se asocia más comúnmente con la hepatitis autoinmune, que generalmente se observa en mujeres adolescentes y adultos jóvenes. Se caracteriza por manchas blancas en la piel debido a la falta de pigmento. Esto también puede hacer que el cabello se vuelva blanco temprano.
Angioma de araña
El angioma de araña, o los vasos sanguíneos y las venas que aparecen en la piel en formaciones delgadas, como una telaraña o una enredadera, son un síntoma de hepatitis autoinmune. Estos angiomas suelen comenzar como una lesión cutánea y pueden tener un punto rojo en el centro. A medida que se desarrollan, forman extensiones rojizas en forma de araña, desaparecen temporalmente cuando se presionan y suelen aparecer en la cara y el cuello.