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Algunas técnicas de pintura se pueden utilizar en superficies para dar el aspecto natural de una piedra. Hay varias formas de lograr este efecto, y muchos tipos diferentes de mármol y granito pueden ser, con éxito, imitados. Las técnicas se aplican en superficies de hormigón. Pero, si ya posee un área con ese efecto, usted puede usar el mismo procedimiento, ya que la piedra fabricada, en lo que se refiere a la pintura ya la limpieza, es tratada de la misma forma que el concreto.
Las apariencias de hormigón y de piedra se pueden alcanzar mediante el uso de betún (concreta por grafiker de Fotolia.com)
Limpieza y preparación de la superficie
En primer lugar, limpie y seque la superficie. Quite cualquier capa existente, utilizando limpiadores específicos y lijadoras. La mayoría de los pisos de hormigón también se barnizan, y los barnices deben ser removidos usando limpiadores similares. Aspire suciedad y detritos y deje el concreto completamente seco. Si la superficie se ha construido sobre un piso que absorbe humedad, el secado puede ser un problema. De esta forma, elija un método de pintura que deje el concreto poroso, para que la humedad aún pueda ser absorbida. Antes de la aplicación, el área debe estar bien blanda. Una lijadora de piedra es la salida para cualquier saliente que pueda haberse desarrollado en la superficie. Si usted planea usar una cubierta de epoxi, es posible que sea necesaria la aplicación de un producto de nivelación.
Epoxi, ácidos y pinturas
Hay varias formas diferentes de crear una imitación de piedra cuando se utiliza una ya fabricada o concreto. Para este último, ayuda si un sello o una alfombra se utilizaron cuando el material fue curado, dando la apariencia de azulejo o algo más estandarizado. La piedra prefabricada es normalmente de esa manera y debe ser fácil de pintar. La primera opción es la cubierta con epoxi. Esta no es una pintura verdadera, el producto sólo cubrirá la superficie completamente, sin que quede visible. Esta capa se combina con diferentes colores de tinta, creando la coloración de la piedra. Puede utilizar esta opción por encima de superficies más antiguas o interiores, donde el concreto puro no es adecuado. Las técnicas con ácido utilizan sustancias particulares que entran en la superficie y cambian permanentemente su color, añadiendo nuevas partículas y cambiando químicamente aquellas ya presentes. Elija un ácido propio para concreto y varios pigmentos específicos, basados en cómo usted quiere que la superficie quede. Estas sustancias pueden encontrarse en tiendas especializadas. Si prefiere una opción más barata, intente utilizar una combinación de una pintura clara por encima de un concreto ya barnizado y con aceite de linaza, creando el efecto marmolado. Obviamente, esto depende del tono elegido.