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Hay varias razones por las que una gallina comienza a comerse sus propios huevos. Si las cáscaras de huevo son delgadas, a menudo se pueden romper, lo que es un signo de mala nutrición animal. Los pollos que no tienen una dieta adecuada y los que no beben suficiente agua dulce a menudo hacen de sus propios huevos una fuente de alimento o nutrientes líquidos. El estrés y la falta de recursos o nidos también pueden contribuir al problema. Si tiene un pollo que está comiendo sus propios huevos, hay varias formas de acabar con el problema.
Paso 1
Proporcionar a los pollos una dieta equilibrada y nutritiva. Asegúrese de que ingieran suficiente calcio alimentándolos con suplementos de calcio. Cambie a un alimento diseñado específicamente para gallinas ponedoras. Aumentar la cantidad de calcio ingerido fortalecerá las cáscaras de huevo, haciéndolas menos susceptibles a romperse.
Paso 2
Proporcione suficientes cajas nido para sus pollos. Es imprescindible aportar al menos una de estas cajas por cada cuatro gallinas del gallinero. Coloque las cajas al menos a 60 cm del suelo y a varios centímetros de las perchas.
Paso 3
Mantenga las cajas llenas con al menos 5 cm de material de nido limpio y seco. Marque las casillas con frecuencia para asegurarse de que el material esté siempre fresco.
Paso 4
Recolecte los huevos temprano y con frecuencia. Haga esto al menos una vez por la mañana para evitar que las gallinas tengan la oportunidad de comerse los huevos. Si tiene un problema mayor con sus pollos, comience a revisar los nidos varias veces al día hasta que el problema esté bajo control.
Paso 5
Elimine cualquier fuente de estrés que afecte a las gallinas o al área del nido. No permita que luz fuerte ilumine el interior de las cajas nido y no moleste a las gallinas mientras están poniendo. Si alguno de los pollos está particularmente sorprendido y estresando a los demás, reubíquelo.
Paso 6
Proporcione a las gallinas un ambiente saludable. Deles suficiente espacio, comida equilibrada y agua fresca para mantenerlos sanos y felices. Los pollos felices tienen menos probabilidades de desarrollar problemas de comportamiento, como comerse sus propios huevos.