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Muchos objetos metálicos están hechos de lo que mucha gente llamaría metal, pero también hay subdivisiones de diferentes metales. La más importante de estas subdivisiones es la que existe entre metales ferrosos y no ferrosos. Como la composición química de estos compuestos metálicos es diferente, tienen diferentes propiedades y aplicaciones.
Metales ferrosos
Cualquier metal ferroso contiene un porcentaje de hierro en su forma básica. Esto significa que el único elemento metálico férrico en la tabla periódica es el propio hierro. En el mundo real, muchos metales, como el acero, contienen un porcentaje de hierro. Estos metales se clasifican como ferrosos.
Metales no ferrosos
Los metales no ferrosos no contienen hierro. Todos los metales, además del hierro, de la tabla periódica se consideran no ferrosos, ya que son compuestos que no contienen hierro. La aleación de tungsteno, por ejemplo, no es ferrosa.
propiedades
Los metales ferrosos son magnéticos si tienen una alta resistencia mecánica; pueden soportar mucha tensión. También tienen propiedades metálicas estándar, como conducción eléctrica y térmica, maleabilidad y ductilidad. Los metales no ferrosos también tienen las mismas propiedades metálicas básicas, pero generalmente son más ligeros, tienen puntos de fusión más altos y son resistentes a la corrosión.
aplicaciones
Los metales no ferrosos se utilizan en áreas donde sus propiedades serán una ventaja. Por ejemplo, estos metales son más ligeros, por lo que se puede fabricar una máquina que necesite ser más ligera con este tipo de metal. Esto también se tiene en cuenta en una aplicación en la que la propiedad magnética del hierro sería una desventaja. Los metales ferrosos se utilizan en aplicaciones donde la resistencia es la máxima prioridad. El hierro fundido se utiliza para barandillas, puertas y tapas de alcantarilla. El acero fundido se utiliza para herramientas, cubos de rueda y artículos domésticos decorativos como manijas de puertas.