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El bicho de la calabaza es una de las principales plagas agrícolas que ataca las plantaciones de calabazas. El insecto también es el vector de la enfermedad bacteriana de la calabaza de vid. Cuando se siente amenazado, el insecto libera una sustancia que emite un olor desagradable. La especie es más común en los Estados Unidos, pero también se puede encontrar en Canadá y Centroamérica.
El bicho de la calabaza es una peste agrícola (Jupiterimages / liquidlibrary / Getty Images)
apariencia
El bicho de la calabaza (Anasa tristis) mide alrededor de 1,5 cm y tiene una coloración normalmente gris oscuro o marrón. El abdomen se marca con puntos dorados y marrones. Así como otros insectos de la familia Coreidae, tiene un par de antenas, tres pares de piernas y partes bucales perforantes y aspiradoras.
Ciclo de vida
Como la mayoría de los insectos, el bicho de la calabaza pasa por metamorfosis antes de alcanzar la fase adulta. Los huevos son elípticos con una coloración bronceada y miden alrededor de un milímetro. Ellos estallan de siete a nueve días después de ser puestos. Después de eclosionar, las ninfas verdes y peludas empiezan a alimentarse de las hojas y frutas de las plantas hospedadoras. Ellos cambian cinco veces durante cerca de un mes antes de alcanzar el tamaño adulto. Los adultos pueden vivir más de 130 días, dependiendo de la disponibilidad de alimento.
Enemigos naturales
Las avispas parásitas (Encyrtidae y Scelionidae) y las moscas taquídeas (Tachinidae) pueden poner huevos en ninfas más viejas y en los bichos de la calabaza adultos, causando sus muertes. El canibalismo también es común entre las ninfas. Pocos pájaros, anfibios y otros animales se alimentan del bicho de la calabaza, a causa del mal olor que produce.
Daños a las plantaciones
Los bichos de la calabaza aspiran la savia de las plantas, resultando en una producción reducida y frutos de baja calidad. Ellos dañan las plantaciones, dejando marcas que al principio son amarillas y luego se vuelven marrones. Las plantas altamente infectadas presentan hojas negras y quebradizas. Cuando se alimentan de frutas, los insectos causan cicatrices y áreas hundidas que aumentan la podredumbre en el período de almacenamiento. A pesar de su nombre, este insecto también puede atacar otras plantas de la familia de calabazas, como sandías, calabacines y pepinos.