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Muy parecido a un arco arquitectónico, el arco del pie distribuye uniformemente el peso, que es lo que permite que el pie soporte el peso del cuerpo. No todos los arcos son iguales. Sin embargo, algunos pueden ser más planos o más débiles de lo normal. La herencia contribuye mucho a la forma del arco y, aunque la forma de la base del arco no puede ser alterada, es posible hacerlo más fuerte con ejercicios simples y un cambio de calzado.
El caminar de pies descalzos ayuda a aumentar el arco (Michael Blann / Digital Vision / Getty Images)
Ejercicio de flexión del arco
La flexión no va a cambiar la forma del arco, sino que fortalecer los músculos y mejorar su calidad. Al principio, permanezca sentado con los pies plantados en el suelo. Levante los dedos de los pies, lo que también levantará el arco. Intente mantener el arco levantado conforme los dedos vuelven a entrar en contacto con el suelo y sostén por 10 segundos. Cuando usted puede levantar el arco por lo menos 30 segundos, intente el ejercicio en pie.
Elevación y extensión de los dedos
Utilice una banda de resistencia tanto para alargar y fortalecer el arco. Pase la banda alrededor de los dedos de los pies y entrena apuntar los dedos para fortalecerlos y tire de los dedos hacia atrás para alargarlos. Haga levantar los dedos y estiramiento de pantorrillas en el borde de un escalón. Las personas más pesadas, o aquellas con pantorrillas tensas, deben usar bandas de resistencia para evitar una acumulación de tensión muscular.
Caminar de pies descalzos
Andar descalzo fuerza el uso de los músculos en los pies y pantorrillas, lo que a su vez fortalece los arcos. No todos los ambientes son adecuados para caminar descalzo, pero hay varios zapatos, como el Vibram Five Fingers y Vivo Barefoot Tierra Plana, que sirven para imitar el acto de andar descalzo y aún protegen el pie. Aunque hay momentos en los que zapatos más convencionales son una necesidad, sólo algunas horas descalzos cada día hace diferencia.