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Con el tiempo y el uso, la nevera se desgasta, así como cualquier otro electrodoméstico. Los compresores se rompe, los ventiladores se queman y otros componentes necesitan ser cambiados por diversos motivos. Sin embargo, una parte simple de la nevera que puede tener un impacto importantísimo en su rendimiento es el sellado de la puerta. El caucho que veda la puerta cuando está cerrada es una parte muy importante del utensilio. La nevera correrá varios riesgos si la puerta no está cerrada correctamente.
Las puertas en las heladeras deben cerrar correctamente para evitar pérdida de rendimiento y peligros a los alimentos (Ryan McVay / Photodisc / Getty Images)
refrigeración
El primer resultado de un sellado malo de la puerta del refrigerador es la disminución en la capacidad de mantener el aire frío dentro y el aire caliente fuera. Cuando la puerta se abre, el aire frío dentro del compartimiento de alimentos rápidamente escapa a la cocina y el aire caliente penetra aumentando la temperatura. Cuando un puerto no se cierra correctamente, sucede lo mismo. Si el sello está realmente mal, esto impide que la nevera mantenga sus alimentos perecederos a una temperatura segura. Si la temperatura interna llega a 4 ºC, puede haber la proliferación de bacterias que pueden conducir a un peligroso caso de intoxicación alimentaria.
condensación
Congelación excesiva y acumulación de humedad en el interior de la nevera y del refrigerador pueden ser el resultado de una puerta insuficientemente sellada. La alta humedad puede causar gotas de agua en las paredes internas del refrigerador o en otras superficies. En el compartimiento del refrigerador, las temperaturas bajas pueden transformar estas gotas en hielo y causar más problemas. Cuanto más aire entre en la nevera, mayor será la humedad. Mantener la puerta cerrada correctamente ayudará a mantener la parte interna seca y funcionando correctamente.
Gasto de energía
La puerta de una nevera que no se cierra correctamente puede costar una cantidad significativa de dinero a lo largo del año. Esto puede tener un impacto en su cuenta de luz. Conforme el aire frío escapa por la puerta, el compresor tiene que trabajar mucho más para mantener la temperatura, lo que hace que funcione más de lo que debería y utilice más electricidad. Además, si la puerta no está completamente cerrada, la luz en el interior de la nevera puede permanecer encendida, lo que también generará un gasto innecesario de energía. Como la nevera es el utensilio doméstico que más consume electricidad en su cocina, usted debería considerar la repercusión de este problema aparentemente simple.
Causas frecuentes
Para que la puerta de su refrigerador se cierre correctamente, primero será necesario averiguar cuál es el problema. Hay varias razones que pueden ocasionarle. Si la nevera es nueva, asegúrese de que no hay ningún embalaje, como un pedazo de plástico o espuma, que no ha sido removido. Asegúrese de que la puerta se ha montado correctamente. Además, verifique si no hay nada en el interior de la nevera, como algún alimento, cajón o embalaje, que esté impidiendo el cierre adecuado. Otras causas frecuentes son suciedad o gomas dañadas. Son ellas las que hacen que la puerta permanezca cerrada, y pueden no vedar correctamente si están sucias o rasgadas.