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Una lágrima dermal es una alternativa de piercing facial debajo del ojo sin el uso de pistola de perforación. La joya se inserta debajo de la piel y se ancla en el lugar, lo que da la impresión de que la joya está pintada o pegada en la piel, pero sin esas bolitas feas a la vista. De cualquier forma, hay riesgos involucrados.
Microdermales son una alternativa más permanente a los piercings tradicionales (Jupiterimages / Comstock / Getty Images)
Infecciones internas
Normalmente cuando ocurre una infección, especialmente en la piel, el cuerpo puede crear un conducto en los poros para que la infección sea removida. Sin embargo, en el caso de piercings como éste, la infección puede acabar penetrando aún más en el cuerpo, haciendo que la región afectada estalla debajo de la piel, infectando el torrente sanguíneo, lo que puede incluso tener consecuencias fatales.
queloides
Los quelóides son calombos que crecen en la piel relacionados con el piercing. Tiene color oscuro y se rasca bastante. Una forma y de tratarlos es masajear la región con aceite de árbol del té varias veces al día, lo que mantiene el área hidratada e impide la formación de ese tejido. Es un problema común en personas tatuadas y con escarificaciones.
hematomas
Como cualquier procedimiento de perforación, hay posibilidad de hematomas en el área. Pueden ser leves o pesadas, dependiendo de su cuerpo. La mayoría de las veces, es una cuestión temporal, entonces cuide los hematomas y espere a desaparecer. Si no cede en hasta 10 días, consulte a su médico.
rechazo
En casos más extremos, el piercing puede causar tanta irritación que la piel alrededor descascara, exponiéndola. Cuando esto ocurre, el implante se pierde y no hay cómo recuperarlo. Si usted sospecha de rechazo, consulte a su médico o al profesional responsable del implante.