Contenido
Se realizan evaluaciones neurovasculares en pacientes para evaluar el funcionamiento nervioso y la circulación sanguínea en diferentes partes del cuerpo. Suelen realizarse cuando el paciente sufre una lesión o traumatismo, requiriendo yeso o vendaje restrictivo. Las enfermeras suelen ser las encargadas de realizar valoraciones para detectar signos y síntomas de posibles complicaciones, y están compuestas por cinco pasos que sirven de guía a los profesionales a la hora de analizar las funciones circulatorias y nerviosas.
Paso 1
Preguntar al paciente si tiene dolor, anotando la ubicación, la radiación y la intensidad, así como todo lo que los aumente o disminuya. Pídale al paciente que califique el dolor en una escala del uno al diez, donde uno indica que no hay dolor y diez indica el peor dolor posible.
Paso 2
Monitoree los signos y síntomas del síndrome compartimental, que consiste en una acumulación de presión en una extremidad que resulta en daño tisular irreversible, pérdida de sensibilidad, infecciones y amputación. El dolor intenso que empeora con el movimiento y no se alivia con medicamentos suele ser uno de los primeros signos del síndrome y debe informarse al médico de inmediato.
Paso 3
Verifique el retorno capilar presionando las puntas de los dedos de las manos y los pies para asegurar un flujo sanguíneo adecuado. El tejido se pondrá pálido mientras se aplica la presión, pero el color debe volver a su color rosado normal dentro de los tres segundos posteriores a la eliminación de la presión. Evalúe los cambios de color y temperatura en áreas por encima y por debajo del área lesionada, lo que puede significar un flujo sanguíneo insuficiente.
Paso 4
Evalúe la debilidad y la parálisis en la extremidad lesionada, guiando al paciente a través de ejercicios de rango de movimiento y observando cualquier deficiencia de movimiento o fuerza en la extremidad lesionada. Esté atento al dolor intenso y los espasmos musculares durante el movimiento, lo que puede indicar que el paciente tiene daño en los nervios o tendones.
Paso 5
Pregúntele al paciente si está experimentando cambios en la sensibilidad, como entumecimiento u hormigueo en las extremidades. Verifique la pérdida de sensibilidad tocando arriba y debajo del área lesionada y observe las reacciones verbales o no verbales en respuesta a los estímulos. Documente e informe cualquier pérdida o falta de sensibilidad en el área afectada.
Paso 6
Compruebe el pulso en las muñecas y los pies y observe la frecuencia y la calidad del flujo sanguíneo en cada extremo, utilizando las puntas de los dedos índice y medio para presionar suavemente la muñeca para una medición precisa. Esté atento a una disminución o falta de pulso, lo que indica una reducción del flujo sanguíneo en el área.
Paso 7
Compare los hallazgos de ambos lados del cuerpo, así como por encima y por debajo del área lesionada. Los cambios e inconsistencias son buenos indicadores de un flujo sanguíneo reducido o daño a los nervios, que deben informarse al médico. Si es posible, compare los resultados obtenidos con los resultados de las pruebas antes de la lesión para una evaluación neurovascular más precisa.