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Los perros a menudo desarrollan pequeñas verrugas, que son erupciones delgadas que pueden ser flexibles y parecerse a las garrapatas. Estos son parásitos que intentarán alimentarse de su mascota y pueden transmitir enfermedades. Es importante examinar cualquier sarpullido en su perro para determinar si es una garrapata que necesita ser removida para proteger a su mascota y evitar que contraiga una enfermedad, o un lunar que generalmente no está en riesgo y puede quedarse donde está.
Instrucciones
Paso 1
Examine el lunar o la garrapata con una lupa. Las garrapatas suelen ser de forma ovalada y de color marrón o rojizo, y están unidas al perro por la cabeza. Se hacen más grandes y adquieren un color grisáceo a medida que engordan al alimentarse de la sangre del animal. Puede identificarlos porque tienen patas pequeñas a los lados del cuerpo, cerca de la cabeza. Las verrugas suelen ser del mismo color que la piel del perro y están aplanadas.
Paso 2
Revise entre los dedos y detrás de las orejas. Las garrapatas suelen esconderse en estos lugares.
Paso 3
Retire la garrapata. Cuando descubra que su perro tiene uno de estos parásitos, debe eliminarlo. No tire de él por el cuerpo; use pinzas con puntas y saque la garrapata de la cabeza para sacarla. No lo gire, ya que esto puede hacer que la cabeza se rompa y permanezca en la piel del animal.
Paso 4
Mata la garrapata. Colóquelo en un recipiente con alcohol o tritúrelo. Estos parásitos pueden ser difíciles de matar y no morirán si simplemente tira del inodoro.
Paso 5
Trate el área de la que se eliminó la garrapata. Sumerja una bola de algodón en agua oxigenada y aplíquela en el área afectada. También aplique un ungüento antibiótico tan pronto como la herida esté limpia.
Paso 6
Revise sus verrugas con regularidad. Si se irrita o se daña, lleve a su perro a un veterinario para que se lo retire. Las verrugas alrededor de la boca a menudo se vuelven cancerosas y deben monitorearse regularmente para ver si han cambiado de tamaño, forma o color.