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Situado debajo de los hemisferios cerebrales, el cerebelo es una región del cerebro que tiene un papel esencial en el control del motor. Se madura durante la última fase del desarrollo fetal. Esto le deja vulnerable a varias toxinas e infecciones durante un largo período de tiempo. La disfunción cerebelosa congénita en caninos generalmente se desarrolla como resultado de una causa genética o infecciosa.
No existe cura para la disfunción cerebelar congénita, pero los perros afectados tienen una expectativa de vida normal (timidez de imagen por Marfa Faber de Fotolia.com)
Hipoplasia cerebelosa
El síndrome cerebelar congénito es un término general para las condiciones caracterizadas por la disfunción cerebelar. La hipoplasia cerebelosa es una condición que conduce al desarrollo incompleto del cerebelo en el útero o la degeneración de él en los cachorros recién nacidos. La enfermedad generalmente no es progresiva. El desarrollo de la hipoplasia cerebelosa se vinculó a varias infecciones fetales. La infección del feto con el virus del herpes es una causa común para la hipoplasia cerebral.
síntomas
Los síntomas del síndrome cerebeloso congénito en los caninos aparecen típicamente alrededor de dos a seis semanas de vida. Los perros afectados generalmente tienen problemas de equilibrio y coordinación, así como temblores. Los cachorros con hipoplasia cerebelosa pueden parecer poco firmes o torpes. Varias enfermedades pueden imitar los síntomas de este síndrome, por lo que una evaluación veterinaria es importante para determinar el diagnóstico correcto y saber cómo administrar su mascota.
razas
Los síndromes cerebelosos como la hipoplasia cerebelosa pueden heredarse genéticamente. Los padres de primer grado de los perros afectados no deben reproducirse. Los perros diagnosticados con síndromes cerebelosos tampoco deben procrear. La incidencia de hipoplasia cerebelosa parece ser más alta en algunas razas, incluyendo Airedale terriers, chow-chows, Setter irlandeses, boston terriers y bull terriers.
Toxinas y malnutrición
Las enfermedades congénitas del sistema nervioso central pueden ser causadas por la exposición tóxica. Las toxinas que pueden ser peligrosas a los perros incluyen veneno para las babosas, anticongelante y fluidos de la batería. La exposición a insecticidas como el carbaril puede tener un efecto adverso en el desarrollo fetal de los perros. La mala nutrición de perras preñadas también puede conducir a enfermedades cerebelosas congénitas.