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Los pimientos rellenos pueden ser una comida satisfactoria que aún deja sobras que se pueden reutilizar más tarde. Los pimientos rellenos tradicionales contienen ingredientes como carne molida, arroz y salsa de tomate. Congelarlos precocidos le permite tener una comida lista para servir después de descongelarlos y recalentarlos. La textura de los pimientos y el arroz se puede suavizar; sin embargo, recalentarlos a una temperatura alta puede crear una consistencia más crujiente. Siga las recomendaciones en el empaque de ingredientes de la receta para conservar y consumir pimientos rellenos antes de que se echen a perder.
Paso 1
Deje que los pimientos rellenos se enfríen a temperatura ambiente durante unos 30 minutos hasta que puedan manipularse. Deseche y almacene el exceso de líquido para evitar que se empapen en el congelador.
Paso 2
Coloca los pimientos en una bolsa o recipiente con cierre hermético. Deje espacio entre ellos para que no se peguen durante el proceso de congelación. Cerrar la bolsa o tapar el recipiente para evitar goteras y quemaduras provocadas por el frío.
Paso 3
Pegue una etiqueta blanca o un trozo de cinta adhesiva en el exterior de la bolsa o recipiente. Escriba "Pimientos rellenos" y la fecha de congelación con un marcador permanente.
Paso 4
Coloque la bolsa o el recipiente con los pimientos rellenos en el congelador durante dos o tres meses, según la tabla de congelación de carne del Departamento de Agricultura de los EE. UU. (USDA) u otra referencia confiable.