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Un camino de entrada hecho de grava es una de las varias opciones a considerar cuando se planea instalar una nueva entrada para vehículos. Sus beneficios son reducidos y de fácil mantenimiento, además de proporcionar un gran sistema de drenaje. La grava está disponible en varios colores y se adapta bien a cualquier proyecto de paisajismo. Su uso puede tener algunas desventajas, como el hecho de que la superficie es rugosa y la conducción crea fácilmente agujeros en el camino.
Paso 1
Mide y marca el área de la entrada. Use estacas en el suelo para delinear los límites del camino con un martillo. Ate una cuerda entre las estacas para crear una guía de orientación visible y elevada.
Paso 2
Excave 20 cm de profundidad dentro del área cerrada.
Paso 3
Compacte el suelo del área excavada con un pisón manual o de gas. Compacte la tierra para crear una base sólida para la grava.
Paso 4
Vierta 5 cm de arena sobre la base del área excavada. Extiéndalo de manera uniforme con la parte posterior de un rastrillo de metal para que quede lo más nivelado posible.
Paso 5
Vierta 12,5 cm de grava mediana sobre la capa de arena. Arrastra una tabla de madera larga sobre la grava para nivelarla, eliminando depresiones o rellenando huecos.
Paso 6
Vierta 2,5 cm de grava fina para llenar los huecos entre la grava de tamaño mediano.
Paso 7
Humedece la grava, remójala completamente con una manguera de jardín o espera una lluvia intensa. El agua ayuda a mover la grava, para llenar las bolsas de aire y hacer el camino más firme.
Paso 8
Compacta la superficie de grava. Agregue más grava fina, si es necesario después de compactarla, para construir una entrada al garaje a la altura deseada.