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Las tormentas y ventiscas a veces causan daños en las ramas de los árboles o incluso arrancan por completo un árbol pequeño. Esto es particularmente común en árboles cuya madera es naturalmente más frágil o cuyas raíces se han dañado, lo que hace que la madera sea más propensa a romperse. Es posible reparar algunas ramas rotas, pero otras deben podarse para proteger el resto del árbol.
Paso 1
Ajusta la corteza a la rama rota y envuelve la herida con cinta. Déjelo en su lugar durante dos o tres años hasta que la rama esté injertada y sanada. Esta técnica funciona mejor cuando el daño ocurre durante el invierno, cuando el árbol está inactivo.
Paso 2
Recorta o poda las ramas rotas que estén total o casi completamente separadas del tronco para salvar el resto del árbol. Recorta la rama rota hasta justo antes de la siguiente. No es necesario tratar una herida causada por la poda aplicando pintura, ya que esto puede causar más daño. En cambio, deje que la herida sane naturalmente y fertilice el árbol extensamente durante la primavera.
Paso 3
Vuelva a plantar árboles pequeños que fueron arrancados de raíz durante una tormenta y use estacas para sostenerlos. La exposición de las raíces al aire y a los elementos climáticos da lugar a daños. Replantar un árbol desarraigado solo funciona si al menos 1/3 de las raíces aún están bajo tierra. En el caso de árboles de tamaño mediano que han sido arrancados, puede ser necesario utilizar cables de soporte después de la replantación.