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La osteítis es una inflamación ósea que puede progresar a cualquiera de las siguientes condiciones: osteítis deformante, fibrosa, púbica y condensada. La osteítis deformante es un trastorno que hace que los huesos se agranden y se deformen. La osteítis fibrosa provoca una sobreproducción de hormona paratiroidea, lo que provoca fracturas óseas. La osteítis púbica es causada por la distensión de un hueso púbico y en ocasiones afecta a jugadores de fútbol australianos. La osteítis condensante afecta un área debajo de los dientes, que se inflama debido a los nuevos dientes que crecen internamente, especialmente los molares y las muelas del juicio.
Paso 1
Si tiene osteítis deformante, obtenga tratamiento con vitamina D por vía intravenosa. Si es necesario, realice también una paratiroidectomía. Esta es una cirugía que extirpa una o más glándulas paratiroides. En casos menos graves, la terapia con vitamina D intravenosa es suficiente para minimizar la debilidad ósea y permitir que el paciente lleve una vida normal.
Paso 2
Tome bifosfonatos para prevenir la pérdida ósea si tiene osteítis deformante. Son medicamentos de prescripción médica que previenen la pérdida de masa ósea y, por tanto, pueden ser indicados por el médico, tanto para administración oral como intravenosa. También se puede realizar una cirugía para curar deformidades y fracturas óseas.
Paso 3
Si tiene osteítis púbica, hable con su médico. Por lo general, prescribirá una mezcla de inyecciones de glucosa y lidocaína, que ayudan en la regeneración de los tejidos conectivos y la masa ósea. Se utilizan medicamentos como ibuprofeno o codeína para controlar el dolor asociado con esta osteítis en el área de la ingle.
Paso 4
Si sufre de osteítis condensada, extraiga el diente. Es probable que sea necesario hacer esto para curar la afección. Su médico tomará la decisión de derivarlo a un cirujano oral para la extracción.