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La mayoría de los jamones congelados ya están cocidos y requieren muy poca preparación antes de servirlos. Use jamón frío para sándwiches y ensaladas o caliéntelo para una cena más tradicional. Conserva su calidad de congelado hasta por dos meses, pero pueden secarse y sufrir quemaduras frías si se mantienen en el congelador por más tiempo. Planifique su comida con anticipación si desea utilizar un jamón congelado, ya que puede llevar un día o más descongelarlo.
Paso a paso
Paso 1
Coloca el jamón congelado envasado en una bandeja o plato hondo. Las paredes de la sartén contienen los líquidos que salen de la pieza al descongelar y evitan que goteen, para que el frigorífico no se ensucie.
Paso 2
Coloca el jamón en el cajón inferior del frigorífico. Si es posible, no coloque otros alimentos cerca de la carne, para que el aire pueda circular libremente a su alrededor durante la descongelación.
Paso 3
Descongela el jamón durante tres horas por cada 460 gramos. Por ejemplo, una pieza de 2,2 kg tarda unas 15 horas en descongelarse por completo.
Paso 4
Sirve el jamón frío o caliéntalo hasta que su temperatura interna alcance los 60 grados centígrados. Retire la cáscara que parece papel, si la tiene, antes de servir.