Contenido
- Un poco de equipo puede hacer mucho
- Las paredes de ladrillo son tus amigas
- La disciplina del ejercicio te mantiene en forma
- Entrenamiento adaptado a tus debilidades
Todos los grandes futbolistas pasaron la mayor parte de su entrenamiento solos, además de practicar con un equipo, incluso antes de unirse a ellos. Para mejorar el juego del fútbol, no solo debe practicar con un equipo, sino también concentrarse en desarrollar habilidades por su cuenta, en su patio trasero o en un campo vacío. Unos pocos artículos económicos, un trozo de césped y un poco de disciplina te ayudarán a aprovechar al máximo el entrenamiento individual de fútbol.
Un poco de equipo puede hacer mucho
Unos cuantos balones de fútbol, una docena de postes y algún tipo de poste de portería real o improvisado con una red es todo lo que necesitas para practicar tus habilidades futbolísticas por ti mismo. Como no hay nadie que te recupere los balones, sacar unos te permitirá realizar varios tiros y patadas sin perder demasiado tiempo. Ordena tus postes en línea recta y driblea alrededor de ellos, luego aumenta la dificultad del ejercicio, haciéndolo de forma irregular o diagonal.
Las paredes de ladrillo son tus amigas
Reemplaza a un compañero con una pared de ladrillos. Patear una pelota de fútbol contra una pared es la única forma de practicar la recepción y el entrenamiento de pases solo. También puedes practicar cabecear la pelota contra la pared. Apunta la pelota a varios puntos de la pared y dispara en diferentes ángulos y velocidades.
La disciplina del ejercicio te mantiene en forma
Moverse por postes y obstáculos no simula las exigencias físicas de un partido de fútbol. Este deporte implica correr largas distancias, parar y arrancar rápidamente, girar y saltar. Para practicar todos estos movimientos y maniobras, cree una rutina de ejercicios para usted que abarque todo, desde carreras de larga distancia hasta sentadillas. Intente completar la secuencia antes de trabajar en sus habilidades con los pies, acostumbrando sus piernas a controlar el balón mientras está exhausto, que es lo que probablemente se sentiría durante un juego real de 90 minutos.
Entrenamiento adaptado a tus debilidades
Aproveche no tener que seguir los ejercicios programados y la práctica formal y concéntrese en las áreas en las que sus habilidades y aptitudes deben mejorar. Practica patear y atrapar la pelota con tu pie más débil. Entrene las habilidades de las que no sabe mucho hasta que comience a ver el progreso. Por ejemplo, lance las pelotas a las esquinas de la red en las que tenga dificultades para golpear. Además, desarrolle fuerza en sus piernas si se siente sin aliento durante los juegos.