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Puede derretir el oro sobrante en casa y purificarlo con algunas herramientas especializadas y materiales comunes comprados en una ferretería local. El oro puro es de 24 quilates y el punto de fusión es de 1.060 grados Celsius. Si una pieza de joyería se clasifica como de menos de 24 quilates (por ejemplo, 14 quilates), significa que es una aleación que contiene metales distintos del oro para hacer la pieza más fuerte. El polvo y las escamas de oro que se obtienen de la excavación se conocen como "finos" y contienen algunas impurezas que deben lavarse con una mezcla de flujo, lo que evitará que el oro se vaporice cuando se encienda la antorcha.
Paso 1
Protéjase antes de comenzar colocándose guantes resistentes al calor, gafas protectoras y una mascarilla con respirador.
Paso 2
Llena bien el crisol con tus restos de oro. El crisol utilizado para fundir el oro parece un cuenco sin tapa. Agregue unas pizcas de carbonato de sodio y bórax a la mezcla.
Paso 3
Encienda la antorcha y coloque lentamente el oro en el crisol y sosténgalo hasta que todo se derrita y alcance la forma fundida. Use pinzas, si es necesario, para romper los pedazos no disueltos.
Paso 4
Vierta el oro líquido muy lenta y cuidadosamente con las tenazas en los moldes.
Paso 5
Espere a que se enfríe por completo y se endurezca. Afloja las dos partes del molde antes de quitar el oro macizo.