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Los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado de una casa o edificio hacen más que simplemente cambiar la temperatura del aire. Estos sistemas también filtran el aire que los habitantes respiran. Además de quitar el polvo, el polen y otras partículas del aire, un sistema así puede quitar olores de humo del edificio. Uno de los olores más persistentes es el de humo de cigarrillo.
De acuerdo con la American Lung Association, aproximadamente 430.000 estadounidenses mueren cada año por motivos vinculados al tabaquismo (Jupiterimages / Photos.com / Getty Images)
Filtros de carbono activados
Los filtros de carbón activado se instalan en aparatos de aire acondicionado y de calefacción y no sólo evitan el olfato de humo, sino también otros olores, como los de animales o basura. El carbón activado se crea cuando se trata en procesos de alta temperatura, que crea millones de poros en el carbón, donde los contaminantes quedan atrapados. A pesar de su capacidad de eliminación de olores, estos filtros no son tan eficientes para el polvo como los filtros comunes.
Placas de carbón
Para edificios y casas donde el olor y el polvo son un problema, las placas de carbón son una opción. Se instalan con el filtro plisado. Esto permite que la eliminación de olores de humo del carbón se alinea con el filtro plisado, que es más eficaz con el polvo y otras partículas. Aunque este método es mejor para la remoción de partículas, si se compara al carbón activado, las placas son menos eficaces contra los olores causados por el humo.
Ventilación externa
Aunque los filtros atrapados en el aire acondicionado pueden reducir el olor de humo significativamente, es por la ventilación directa hacia el exterior que el olor es realmente removido. Este sistema de ventilación es muy parecido a los extractores encontrados en los baños. Un ventilador potente tira del aire del área y lo envía al exterior en lugar de circularlo, como hacen los refrigeradores de aire. Cuando se colocan directamente sobre la fuente de humo (como áreas de fumador), son un modo muy eficaz de minimizar los olores en el resto del edificio.
Filtro UV
Un nuevo modo de filtración para reducir el olor de humo es el que se basa en los filtros UV. Este sistema utiliza una fuente de luz ultravioleta instalada en el lateral o en el retorno del aire frío del aire acondicionado. La luz esteriliza el aire, quitando no sólo el olor de humo, sino también matando las bacterias, el moho, los virus, el polen y otros más. De cualquier modo, para ser eficaz, el ventilador debe ser activado todo el tiempo, incluso cuando el cambio de temperatura no sea necesario.