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Los peces son criaturas de sangre fría y la mayoría de ellos no pueden controlar la temperatura interna, como seres humanos. Para permanecer en una temperatura sana o obtener la homeostasis de la temperatura, ellos buscan aguas más calientes o más frías. Algunos peces también tienen mecanismos adicionales para mantener una temperatura sana.
El atún controla la temperatura del cuerpo a través de un sistema de intercambio de calor especializado de vasos sanguíneos (por ejemplo, en el caso de las mujeres).
Creación de calor
Los peces, como todos los animales, crean calor a partir de la actividad metabólica, que incluye la sintetización de los alimentos y los movimientos.
Pérdida de calor
Los peces pierde calor metabólico a través de sus branquias. Esto sucede porque la sangre caliente que corre a través de los vasos sanguíneos en las branquias entra en contacto con el agua más fría en el exterior, y el calor se pierde para el agua.
homeostasis
La mayoría de los peces son poiquilotérmicos, lo que significa que la temperatura corporal cambia según el ambiente. En este caso, se refiere a la temperatura del agua alrededor de ellos. Ellos la controlan pasando del agua fría al agua caliente. Un ejemplo de esta situación es cuando un pez va al fondo de un lago, cuando la parte superior está congelada.
Excepciones a los poiquilotérmicos puros
Algunos peces, como el tiburón y el atún, pueden controlar la temperatura del cuerpo a través de un sistema de vasos sanguíneos emparejados, donde la sangre caliente que va a las branquias realiza intercambio de calor con la sangre más fría que viene de ellas, la temperatura de la sangre más grande que los peces puramente poiquilotérmicos.