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Las trufas belgas son ricas, decadentes y puramente irresistibles. Servir con una taza humeante de café recién pasado es una manera perfecta de terminar una cena especial. El secreto de las deliciosas trufas belgas es usar el chocolate de mejor calidad que pueda pagar. Una vez que tenga el chocolate en las manos, es sólo seguir los pasos.
instrucciones
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Derrita el chocolate amargo y el chocolate belga en baño de agua o en el microondas.
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Coloque las avellanas y el azúcar en un procesador de alimentos y procese por cinco minutos.
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Agregar el licor de avellanas o la crema de licor irlandés y procesar la mezcla hasta que todo esté bien mezclado. No mezcle mucho.
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Bata la crema en un tazón hasta que quede firme.
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Conecte el procesador de alimentos a nivel bajo y añada la crema batida con las nueces y el chocolate hasta que todo esté bien mezclado.
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Esfrie la mezcla hasta que quede suficientemente firme para manipular. Haga bolitas del tamaño de las nueces y asperje con el azúcar, el cacao o una combinación de los dos o aún avellanas molidas.
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Guarde las trufas belgas en el refrigerador hasta que esté listo para servirlas. Retirarlas del refrigerador con antelación y servirlas a temperatura ambiente.
consejos
- Para tostar avellanas, colocarlas en una bandeja de horno y cocinar a 200º C durante unos 40 minutos, hasta que queden marrones, entonces la piel saldrá fácilmente.
- Las trufas belgas se congelan muy bien. Hágalo con antelación y permita que se descongele durante aproximadamente una hora a temperatura ambiente.
Qué necesitas
- 110 g de chocolate amargo de buena calidad
- 110 g de chocolate oscuro belga de buena calidad o leche achocolatada belga
- 1 ½ taza de avellanas, peladas y tostadas
- 1 vaso de azúcar en polvo
- 1 taza de crema de leche
- 2 cucharadas de licor de avellana o Bailey's Irish Cream (una crema de licor irlandés)