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Las azaleas son arbustos ornamentales populares y están disponibles en cientos de variedades. Son plantas versátiles que prosperan en muchas regiones del país, cuando se plantan en lugares y condiciones de suelo adecuadas. Las hojas amarillentas pueden ser un signo de enfermedad, infestaciones u otros problemas. Cuando las azaleas se vuelven amarillas, es importante identificar la causa y tratar adecuadamente el problema antes de que la planta sufra daños irreversibles.
Clorosis
Las azaleas con hojas que se vuelven verdes, amarillas y blancas con venas verdes pueden estar sufriendo de clorosis. La clorosis ocurre cuando el pH del suelo es demasiado alto, lo que deja a las plantas incapaces de absorber y usar el hierro. Se puede tratar agregando quelato de hierro o azufre finamente molido al suelo.
Ácaros
Cuando está infestada de ácaros, las hojas de la azalea parecen tener manchas amarillas. También pueden aparecer telarañas de ácaros. Rocíe el fondo de las hojas con dimetoato o acefato durante 7 días hasta que las arañas y los ácaros ya no sean visibles.
Nematodos
Las azaleas infestadas de nematodos (Tylenchorhynchus claytoni), pequeños gusanos no segmentados, se atrofian y las hojas se vuelven amarillas. No existe un tratamiento químico que sea eficaz para tratarlos. Las azaleas a veces se pueden mantener vivas con paja, fertilizantes y un riego adecuado. Dado que otras condiciones que pueden aparecer son muy similares a las infestaciones de nematodos, recolecte una muestra de suelo para su análisis.
Ubicación
Las azaleas prosperan en suelos húmedos, bien drenados y con sombra parcial. Cuando se plantan en un suelo muy seco o muy húmedo, o a pleno sol, pueden marchitarse y volverse amarillas. Los fertilizantes y los tratamientos químicos no ayudarán a estas plantas en lugares inapropiados. Si es posible, transfiera la azalea a una cama elevada en un lugar parcialmente sombreado.