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La sabiduría general dice que los tés de hierbas pueden ser buenos aliados cuando se trata de estimular las contracciones del parto. Todo porque algunos ingredientes activos presentes en los tés de hierbas ayudan a provocar contracciones en el útero femenino. Pero lo contrario también es cierto. Es importante señalar que durante el período de embarazo, el cuerpo de la mujer se vuelve más sensible. Por ello, es importante contar siempre con un seguimiento nutricional por parte de un médico para que ninguna bebida o comida pueda interferir con el proceso de desarrollo del bebé. Las hierbas aromáticas, por ejemplo, así como algunas plantas medicinales, deben evitarse en las primeras semanas de embarazo para no obstaculizar el desarrollo inicial del feto. Sin embargo, otras sustancias pueden ayudar a relajar las contracciones.
Té de carqueja
Durante muchos años, los tés de hierbas se han utilizado como medicamentos en una variedad de culturas. En Brasil, la bebida está regulada como alimento y no como medicina. Aun así, Anvisa (Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria) regula algunos tipos de plantas medicinales que se consumen en forma de té. Uno de ellos es el tojo. El té de aulaga está indicado para aliviar problemas gástricos y digestivos. Las propiedades de la planta estimulan la digestión. Sin embargo, este té está contraindicado para mujeres embarazadas en todas las etapas del embarazo porque la aulaga estimula las contracciones uterinas que incluso pueden conducir al aborto.
Té de canela
Cuando se prepara en forma de té, las sustancias presentes en la planta mantienen sus características químicas. Por ello, estos elementos actúan en nuestro organismo de forma similar a los principios presentes en los medicamentos extraídos de la misma planta. Esto es lo que ocurre con el té de canela, cuya planta también se utiliza para fabricar medicamentos. En forma de té, la canela estimula la musculatura del útero de la mujer, que comienza a sufrir intensas contracciones. Otros productos elaborados con canela, siempre que no mantengan los principios activos medicinales de la planta, no perjudican a las embarazadas. Aún así, es recomendable consultar al obstetra.
Té de clavo
El té de clavo es responsable de una serie de beneficios en nuestro organismo. El ingrediente activo de la planta medicinal se utiliza en forma de té para estimular el sistema digestivo, combatir enfermedades bacterianas y aliviar el dolor y la inflamación. Pero definitivamente no está indicado para mujeres embarazadas, especialmente cuando está cerca del parto. Esto se debe a que las contracciones uterinas causadas por la hierba son bastante intensas. A pesar de estimular las contracciones, el té de clavo no ayuda a dilatar el cuello uterino. Esto hace que la mujer tenga un dolor intenso antes del parto.
Té de camomila
La manzanilla, en cambio, es un tipo de té que es beneficioso para la salud ya que se ingiere de forma controlada. Investigadores ingleses encontraron que las propiedades químicas presentes en el ingrediente activo de la manzanilla ayudan a limpiar el cuerpo en su conjunto y a combatir diversas infecciones. En el caso de las mujeres embarazadas, la manzanilla actúa aumentando los niveles de glicina, un aminoácido que alivia los espasmos en los músculos del cuerpo. Esta característica explica la eficacia del té a la hora de relajar el músculo uterino. Sin embargo, es bueno no abusar del té, ya que los altos niveles de cafeína no son adecuados para mujeres embarazadas.