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En marketing, el conflicto vertical es el conflicto que se produce entre organizaciones que trabajan juntas para ofrecer el mismo producto al consumidor. Por ejemplo, un negocio de patatas puede tener un conflicto con un supermercado que vende patatas. Un conflicto horizontal es aquel que se produce entre dos empresas que pueden trabajar juntas, directa o indirectamente. Por ejemplo, una librería puede tener una cafetería que pertenece a otra empresa que opera la librería.
Objetivos opuestos
Con el ejemplo de la librería y la cafetería, ambos negocios pueden enfrentar un conflicto basado en decisiones de una de las tiendas. Por ejemplo, la librería puede quejarse si la cafetería abre una segunda cafetería cercana, con mejor decoración y precios de café más bajos, lo que puede atraer clientes a la librería. Diferentes empresas tienen objetivos opuestos.
Espacio de exposición limitado
En el marketing vertical, cuando una empresa quiere que un minorista revenda un producto, el minorista puede dudar porque revender los productos incorrectos puede convertirlo en un minorista fracasado. Del mismo modo, diferentes minoristas tienen diferentes clientes que pueden preferir un tipo de producto sobre otro. La empresa que vende los productos al minorista puede convencerlo de que los productos serán rentables y exitosos.
Compensación
Con los sistemas de contratos de marketing vertical, las empresas independientes forman relaciones y trabajan juntas para aumentar su negociabilidad. Por ejemplo, una empresa de diseño gráfico y un equipo de redacción pueden trabajar juntos para ofrecer servicios de redacción de cartas a otros clientes. Sin embargo, pueden convertirse en conflictos cuando se discute quién tiene el poder creativo sobre aspectos del proyecto y cuánto se compensa a cada agencia.
Canales de marketing
Los canales de marketing, ya sean verticales u horizontales, a veces tienen su propio negocio que cuenta con los recursos financieros necesarios para dominar en un conflicto con otros negocios. Por ejemplo, un solo fabricante de un producto popular puede tener una fluctuación considerable sobre los minoristas que venden el producto. Sin embargo, la empresa dominante siempre se preocupa por los intereses de otras empresas, siempre que la empresa dominante dependa normalmente de la otra empresa del canal.
Nichos
Cuando una empresa se dedica al marketing horizontal, generalmente tiene diferentes productos o servicios en los que se especializa. Cuando las empresas se especializan en los mismos productos y servicios, pueden robarse a los consumidores, lo que puede generar conflictos. En lugar de competir entre sí, dos empresas pueden apuntar a diferentes nichos y luego dirigir a los clientes entre sí. La eliminación de conflictos hace que las empresas sean más eficientes, ya que no tienen que gastar muchos recursos compitiendo entre sí. Sin embargo, si una empresa domina por completo un nicho, esa empresa tiene un monopolio, lo que puede llevar a la empresa a tener menos incentivos para ofrecer precios bajos y mejorar sus productos, perjudicando a los consumidores como resultado.