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El vino parece ser la mejor opción para todas las comidas en estos días. Con esta repentina ola del mundo gastronómico en la vida cotidiana, cada vez se fabrican más utensilios y sartenes. Junto con estos utensilios vienen electrodomésticos como bodegas. Puede ser muy caro tener un refrigerador solo para vino, pero también puede convertir el refrigerador para almacenar verduras.
Paso 1
Las bodegas no funcionan como refrigeradores, son más húmedas y tienen diferentes configuraciones de temperatura para conservar el vino. Las verduras necesitan temperaturas más bajas para evitar que se echen a perder.
Paso 2
En las bodegas, la humedad es un elemento importante para preservar la calidad del vino, sin embargo, el exceso de humedad estropea las verduras, así que guarde sus verduras en bolsas de plástico bien cerradas.
Paso 3
Las cavas no tienen una gran capacidad frigorífica, pero consiguen retener la temperatura. Entonces, ponle hielo seco en su interior para bajar la temperatura, unas tres bolsas medianas serán suficientes.
Paso 4
Muchas bodegas tienen puertas oscuras para evitar que la luz entre al interior, ya que la luz altera el sabor de los vinos y, en algunos casos, incluso la textura. En el caso de las verduras sucede lo contrario, la luz ayuda a conservarlas. Por lo tanto, reemplace la puerta oscura por una transparente.