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A pesar de que la gente dice que los matones tienen baja autoestima, las investigaciones del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos indican lo contrario. Es cierto, sin embargo, que construir autoestima de estudiantes que son víctimas o espectadores de bullying puede ayudar a eliminarlo. Además de permitir que las víctimas y espectadores se coloquen contra el matón, una autoestima alta puede hacer que los estudiantes se sienten empáticos en relación a otros y se vuelvan más socialmente conscientes.
Aprendiendo sobre usted
Los estudiantes adoran hacer pruebas de personalidad y algunos de ellos pueden realmente ser útiles para hacer que los alumnos aprendan sobre sí mismos y sus relaciones con los demás. Como un ejemplo, pídales que hagan un cuestionario Myers-Briggs para descubrir cuál es el tipo de personalidad que tienen. Incentive a organizarse en grupos con otros alumnos para descubrir cómo sus diferentes tipos de personalidad trabajan juntos, así como los tipos de dificultades sociales que puedan tener con el otro. Si desea, divida a los estudiantes en grupos basados en sus tipos de personalidad y deje que organizan una presentación para la clase sobre sus tipos específicos de personalidad. Hacer más consciente de las diferencias y necesidades de las personas puede ayudar a prevenir el bullying.
Mi amigo para presidente
A principios del año escolar, muchos niños comenzar a mirar alrededor y hacer juicios basados en la superficialidad, lo que puede ser un precursor para el bullying. Si este es el caso en su aula, intente esta actividad para ayudar a los niños a ser más amigables y bien informados sobre los demás, además de más autoconfiantes. Divida a los alumnos en parejas de niños que no se conocen bien. Cada alumno debe entrevistar al otro para aprender lo más posible sobre él. A continuación, cada alumno debe crear un breve discurso para convencer a la clase a votar en su socio a presidente de la clase en base a lo que aprendió en la entrevista. Los niños van a adorar escuchar sus puntos positivos siendo compartidos con la clase y de forma exagerada y también aprender todos los aspectos positivos de los distintos alumnos de la clase.
Clasificando rasgos de personalidad
Para esta actividad, cada alumno debe rasgar un pedazo de papel en 10 tiras. En cada tira, el estudiante debe escribir un rasgo de personalidad que tiene, bueno o malo. Usted puede, entonces, pedir a los alumnos que clasifiquen los 10 rasgos de los que más gustan sobre sí mismos hasta los que menos les gusta. A continuación, pida que tomen una característica aleatoria y pregunten qué tipo de persona ellos "ven" en los trazos restantes. ¿Será que alguno de los rasgos restantes ha cambiado ahora que uno está apagado? Continúe pidiendo que sacan rastros hasta apenas cuatro permanecen. Discuta cómo fue sacar las buenas características y cómo fue con los trazos malos. Esta actividad debe ayudar a los estudiantes a entender que incluso los rasgos que ellos ven como negativos también pueden tener un impacto positivo en sus personalidades y son una parte importante de quiénes son.