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Hedra helix, más conocida como hiedra inglesa, es una planta trepadora de largos tallos llenos de hojas puntiagudas. Como planta de interior, la hiedra puede presentar algunos desafíos, incluso para el criador más paciente. Aquí hay algunos consejos que le ayudarán a crear su propia hiedra encantadora.
Empiece por el suelo
Use suelo bien drenado y aireado. Elija una maceta con orificios de drenaje para fomentar la salud de las raíces. Compruebe la tierra antes de rellenar y siéntase libre de agregar perlita, turba o arena (aditivos comunes) para aflojar la mezcla. La humedad en la hiedra debe estar a un nivel moderado, lo que se puede lograr con guijarros húmedos debajo de la maceta. Un fertilizante soluble en agua, aplicado cada dos semanas, también ayudará a su hiedra.
Consiga la luz adecuada
Generalmente, a la hiedra le encanta la luz solar brillante e indirecta y requiere temperaturas moderadas que no superen los 21 ° C ni caigan por debajo de los 7 ° C. Tenga cuidado de no colocarlo directamente a la luz del sol, ya que el crecimiento disminuirá a medida que las hojas se sequen. En situaciones de menos luz, la planta generalmente tendrá todas las hojas muy verdes, en lugar de diferentes tonos entre las hojas.
Húmedo pero no embarrado
El mejor consejo para cuidar la hiedra de interior es evitar regar. A Ivy le encanta un poco de negligencia, como muestra la naturaleza, puede crecer en casas abandonadas y colinas aisladas. Los expertos en horticultura / floricultura Karen russ y Al Pertuit de la Universidad de Clemson sugieren que una hiedra bien regada debe secar 1 cm de suelo antes de volver a regarla. Su hiedra no debe quedar con agua encharcada en la base, ya que esto puede pudrir la raíz. La planta te agradecerá tu cuidado en crecer bien, esparcir tus enredaderas y limpiar el aire mientras disfrutas de su belleza.