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Los federalistas y antifederalistas fueron importantes oponentes políticos durante la redacción de la Constitución de los Estados Unidos. Debatieron y discreparon sobre el legado de la Revolución Americana en cuanto a cómo se debería crear el gobierno de los Estados Unidos. Los dos grupos discutieron los méritos de la Constitución entre los años 1787 y 1790, período en el que las colonias resolvieron la ratificación de la Carta. Los federalistas finalmente lograron que su Constitución fuera ratificada por los 13 estados, siendo Rhode Island el último en hacerlo, el 29 de mayo de 1790.
Legado de la Revolución Americana
Los ideales revolucionarios estadounidenses de libertad y autogobierno fueron promovidos públicamente tanto por federalistas como por antifederalistas, pero tenían ideas muy diferentes sobre cómo promover estos principios. Según el historiador de la Universidad de Syracuse Ralph Ketcham, los federalistas abogaban por una sociedad de estilo inglés basada en un fuerte crecimiento comercial, la prosperidad nacional y la noción de imperio mundial. Los antifederalistas, por otro lado, vieron el éxito de la Revolución Americana como una oportunidad única para lograr un verdadero gobierno republicano.
Gobierno federal fuerte
Los federalistas apoyaron la creación de un gobierno central fuerte, con autoridad sobre las 13 colonias. Sin embargo, sus oponentes estaban radicalmente en contra de este cuerpo concentrado que controlaría a los ciudadanos desde una capital remota, como era el caso de Londres y todas las demás estructuras centralizadas del mundo. Los antifederalistas apoyaron la idea de que cada estado debería ser soberano y tener su propio gobierno independiente. Este ideal fue promovido por Thomas Jefferson como una especie de republicanismo agrario.
Apoyo a la Constitución
Los defensores de la constitución tomaron el nombre de federalistas, aunque el documento no apoyaba una "federación" real o una liga de gobiernos. El historiador Ketcham dice que el grupo adoptó esta etiqueta para identificarse con la opinión popular, que estaba fuertemente en contra de la idea de un gobierno nacional ya favor de una federación. Los antifederalistas se oponían a la Constitución porque querían un sistema puramente federal y eran los verdaderos federalistas.
Clase social
Los antifederalistas eran en su mayoría agricultores y comerciantes que creían en la acción de la comunidad local, mientras que los federalistas provenían de una clase más rica de comerciantes y agricultores que se beneficiaban de los acuerdos de comercio exterior y las condiciones económicas estables. Los antifederalistas eran críticos del poder centralizado porque pensaban que solo apoyaría los intereses de la clase dominante rica, en lugar de representar los deseos y derechos de los ciudadanos locales.