Contenido
- Monólogo
- Ejemplos de monólogos en la literatura clásica
- Soliloquio
- Ejemplos de soliloquios en la literatura clásica
Tanto el monólogo como el soliloquio son técnicas literarias utilizadas por los autores de ficción para enriquecer a un personaje, aumentar la tensión, desarrollar relaciones y hacer avanzar la narrativa. Los escritores, especialmente los dramaturgos, han utilizado estas técnicas durante siglos, incluido el famoso William Shakespeare. "Ser o no ser; esa es la cuestión", reflexiona Hamlet en uno de los soliloquios más conocidos de la literatura occidental.
Monólogo
La palabra "monólogo" deriva de la raíz latina "mono", que significa "uno" o "solo", y "logo", que significa "hablar". Un monólogo, por tanto, es un discurso pronunciado por una persona. En una obra de teatro, un monólogo dramático ocurre cuando un personaje se habla a sí mismo en voz alta cuando no hay otros personajes en el escenario o a una distancia audible. Un monólogo interior, un flujo de pensamientos o emociones de un personaje, es un recurso apropiado para las novelas, donde un narrador le da al lector acceso a lo que sucede en la mente del personaje.
Ejemplos de monólogos en la literatura clásica
Tanto las novelas como la poesía y las obras de teatro tienen famosos monólogos. El narrador del poema "Mi última duquesa" presenta un monólogo en el que se revela el horrible carácter del personaje a través de un relato frío de su difunta esposa. La novela de William Faulkner "El sonido y la furia" utiliza corrientes de conciencia para recordar los monólogos internos de varios personajes principales.
Soliloquio
El soliloquio y el monólogo dramático son tan similares que a menudo se usan indistintamente. El soliloquio es un monólogo restringido a la dramaturgia, en el que los actores solo hablan cuando están solos o cuando creen estar solos. Como una obra se compone principalmente de diálogos y muy poca narración, el soliloquio es la única forma de que el público acceda a la mente de un personaje. Los soliloquios generalmente se consideran genuinos, porque cuando no hay nadie escuchando, el personaje no tiene motivos para mentir, mientras que en otras ocasiones en la obra sus discursos pueden ser blanco de desconfianza.
Ejemplos de soliloquios en la literatura clásica
Shakespeare usó soliloquios con frecuencia. Quizás el más famoso de todos los tiempos sea el "Ser o no ser" de Hamlet, donde reflexiona sobre si matar o no a su padre, cuestionando incluso si debe seguir viviendo. En "Romeo y Julieta", Julieta hace un soliloquio - Romeou, Romeo, ¿por qué eres Romeo? ”- sin darse cuenta de que la escuchó.