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La displasia cortical es un trastorno cerebral que resulta del desarrollo anormal de neuronas en la corteza cerebral. Las anomalías neuronales generan varios síntomas neurológicos, que aparecen temprano en la vida. Ésta es la principal causa de epilepsia infantil. El diagnóstico y tratamiento de las convulsiones causadas por displasia cortical ha sido difícil, ya que las partes del cerebro afectadas por la enfermedad son diferentes en cada paciente.
Definición
La displasia cortical ocurre cuando el desarrollo de algunas células cerebrales, llamadas neuronas, en el embrión o feto, no llega a la materia gris del cerebro, para la cual están destinadas genéticamente. Como resultado, las áreas corticales se vuelven menos conexiones neuronales de las apropiadas para funcionar correctamente. Las áreas corticales afectadas pueden ser pequeñas y bien definidas, o pueden incluir un hemisferio cerebral completo.
Causas
Si bien no se han identificado las causas exactas de la displasia cortical, una gran cantidad de investigaciones indican que la afección puede tener un fuerte componente genético. Muchos niños que desarrollan epilepsia por displasia cortical tienen antecedentes familiares de problemas de epilepsia y, además, aquellos que tienen otros familiares que padecen epilepsia tienden a sufrir ataques a una edad más temprana.
Síntomas
La convulsión en bebés o niños pequeños es el síntoma más común de displasia cortical. La epilepsia debida a displasia cortical ocurre muy temprano en la vida de un niño afectado, ya que las anomalías de la corteza se producen en el útero y están presentes al nacer. Otros síntomas neurológicos varían según las partes del cerebro afectadas, aunque otros síntomas comunes incluyen retraso mental, hiperactividad, comportamiento agresivo, cabeza más grande que el promedio y reflejos profundos anormales.
Diagnóstico
La displasia cortical es una condición difícil de diagnosticar, ya que las partes afectadas del cerebro son diferentes en cada paciente. Se realizan pruebas neurológicas, como tomografía por emisión de positrones (PET, por sus siglas en inglés), tomografía computarizada y resonancia magnética, para tratar de detectar partes anómalas en la corteza cerebral. El electroencefalograma, que usa electrodos en el cuero cabelludo para monitorear y registrar la actividad cerebral, también se usa para identificar la ubicación de las lesiones en las que se originan las convulsiones.
Tratamiento
El tratamiento de la displasia cortical se centra en tratar y controlar las convulsiones que resultan de la afección, los métodos utilizados varían en cada paciente. Los anticonvulsivos son eficaces para algunas personas, mientras que para otras pueden generar convulsiones graves e incontrolables, mientras que la cirugía para extirpar la parte anormal del cerebro puede ser la opción más eficaz.